La ex directora del DAS siempre indicó que estaba dispuesta a contarlo todo si era detenida. Si bien el expresidente Uribe le ayudó inicialmente en su proceso e hizo uso de sus buenas relaciones con Panama durante el gobierno del presidente Ricardo Martineli, que la protegió hasta el ultimo día en el poder, finalmente le había dejado a su suerte, sin asilo y tan acorralada que terminó entregándose tras la expedición de la circular roja de la Interpol. Hurtado se quedó sola con sus verdades en la Fiscalía. Su defensa encabezada por el abogado Jaime Camacho no descarta un preacuerdo con la Fiscalía con el que las víctimas estarían de acuerdo. Durante la audiencia de legalización de captura previa a su primera noche en el búnker de la Fiscalía, María del Pilar se mostró fría, sobria y consciente de la situación que afrontaba. Por sus primeras decisiones pareciera que llegó dispuesta a todo; conversó con el representante de las víctimas, el abogado del Colectivo José Alvear Restrepo Guillermo Perez, quien la animó a tomar el camino que abrió la fiscal María Victoria Parra cuando dijo que podía acogerse a un principio de oportunidad y de la invitación del fiscal Montelagere, que tomó las riendas del caso e intentará persuadirla para que se acoja a los beneficios a cambio de la verdad.
Con el de María del Pilar Hurtado serían ya dos procesos, junto al caso del hacker y Óscar Iván Zuluaga, con preacuerdos a cambio de pruebas contra las dos cabezas del uribismo: Zuluaga como director del Centro Democrático y Álvaro Uribe como jefe del partido. El desarrollo de ambos casos podría tornarse catastrófico en tanto que si Zuluaga termina salpicado penalmente quedaría en la cuerda floja la personaría jurídica del partido, mientras que el expresidente puede terminar investigado por la Corte Suprema que es la encargada de juzgarlo en su calidad de congresista.