El conflicto Palestino-Israelí incrementó la vulneración de los Derechos Humanos Fundamentales de la población Palestina por 69 años. La Declaración Universal de los Derechos Humanos determina en el artículo tercero lo siguiente: «Todo individuo tiene derecho, a la vida, la libertad y la seguridad de su persona». La población palestina sufre, desde 1948 la negación de sus derechos como pueblo: el limitado acceso a servicios de salud y educación, los asentamientos judíos ilegales, la excesiva intervención del ejército Israelí, las detenciones irregulares, las torturas etc., son prueba de ello. El historiador y activista político Judío, Ilan Pappé en el libro titulado «Conversaciones sobre Palestina» afirma la necesidad de describir la situación de los palestinos como un delito y no una tragedia, esto resulta esencial para que los males del pasado sea rectificados .Por consiguiente, es necesario aludir a la memoria y al pasado para lograr entender la gravedad de los hechos que allí ocurren. Hechos que envuelven a seres humanos en todo el sentido de la palabra.
Este conflicto involucra dos actores: el Estado de Israel, y el pueblo Palestino. El Estado de Israel, es el Estado militarmente más poderoso de la zona, apoyado por los Estados unidos en materia económica y militar. Esto le facilita imponer sus políticas al pueblo palestino, lo que limita el desarrollo pleno de los Derechos Humanos. Por otro lado, el pueblo Palestino es apoyado de manera discreta por la Liga Árabe, y países que consideran justa su causa. No obstante esto no garantiza la igualdad del conflicto. Alberto Piris, analista del centro de investigación para la paz, está en lo cierto al afirmar que no luchan entre si dos Estados, ni dos pueblos: uno utiliza helicópteros lanzamisiles, tanques y vehículos acorazados, y el otro utiliza piedras, fusiles o los ciudadanos que se convierten en bombas inteligentes.
Sin embargo, existen dos actores intermedios en este conflicto: la ONU y su Consejo de Seguridad. Por un lado, la ONU interviene en los conflictos armados que generen una ruptura en la estabilidad internacional. El Consejo de Seguridad, se encarga de velar por el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional. Este último puede imputar sanciones económicas, rupturas diplomáticas, bloqueos o intervención militar a los países miembros de la organización.
La ONU ingresa al derecho internacional el documento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, mismo año donde la vida de los palestinos cambió. Por un lado, Gran Bretaña entrega a la ONU el territorio Palestino, como se estipuló en la resolución 181 de 1947. Esta intervino en el conflicto, dividiendo el territorio de manera irregular: 55% del territorio al Estado de Israel, y el 45% al pueblo Palestino. Posterior a esto, Israel se constituye como Estado. Esto desata la primera guerra Árabe- Israelí, cuyo ganador es Israel, el cual ocupo el 78 % del territorio Palestino. A partir de ese momento Palestina ingresa un régimen de Apartheid, impuesta por Israel y apoyada por Estados Unidos. Esta política incluye expropiación territorial, exterminio, tortura, desplazamiento, hambruna entre otras. La Comisión Económica y Social para Asia Occidental de la ONU- Escwa en sus siglas en inglés- declaro en un informe lo siguiente: « Israel es culpable de políticas y prácticas que constituyen el crimen de apartheid así como lo definen los instrumentos de la ley internacional».
A lo largo de estos 69 años, diversas organizaciones protectoras de Derechos Humanos han presentado pruebas de la situación que vive la población palestina en materia de Derechos Humanos. Sin embargo, Israel defiende las acciones que comete basándose en la Torá, texto sagrado en el cual Dios les otorgo el estatus de pueblo Elegido, para ocupar la tierra prometida – palestina-, y el Holocausto judío o la Shoa, el cual incrementa su ideal de regresar a lo que por «derecho» les pertenece. En Deuteronomio (Dt. 20, 16-17) aparece: «…En las ciudades que el señor te da como heredad no dejaras un alma con vida. Consagrarás al exterminio a los hititas, amorreos, cananeos, perceos, jeveos y jebuseos, como te ha mandado el Señor, tu Dios». Ahora es el turno de los palestinos.
Frente a las acusaciones de crímenes de guerra perpetrados en Gaza por el Estado de Israel, Benjamin Natanyahu Primer Ministro de Israel declaro en el año 2005 lo siguiente: «Nosotros somos el blanco de los terroristas que lanzan miles de cohetes contra ciudades Israelíes, contra nuestros civiles… obviamente tenemos que defendernos de estos ataques…los crímenes de guerra fueron cometidos por Hamas».
La ONU y el Consejo de Seguridad, median en el conflicto de modo alejado. Sin embargo los intentos realizados fracasaron: los acuerdos de Oslo en 1993, liderado por Yasser Arafat (líder de la OLP) y Yitzhak Rabin (líder de la comunidad judía), cumbre Camp de David en 2000 ,Cumbre de Taba en el 2001, Mapa para la ruta de paz y la iniciativa de paz Árabe en el 2002 son prueba de ello. Ilan Pappé dice: « el proceso de paz entre Palestina e Israel es un milagro de la medicina: se murió varias veces, fue resucitado durante un tiempo, luego colapso de nuevo».
Existen elementos que impiden la solución de este conflicto. Para los Israelitas es necesario que los grupos «Terroristas » Palestinos como Hamás, se desarmen y acepten su responsabilidad en los crímenes que han cometido. Para los palestinos, los asentamientos judíos y la barrera de «seguridad» en Cisjordania resultan innegociables. La barrera de «seguridad» y los puestos de control, implementados por el Estado de Israel, dificultan la libre circulación de población Palestina, limitan el acceso a salud y educación, he incrementan la perdida de territorio Palestino, entre otros. Actualmente este proyecto sigue en construcción. De acuerdo con Juan Carlos Sanz periodista del periódico El País actualmente el Ejército Israelí controla 41 carreteras, unos 700 kilómetros de Cisjordania, 27 puestos de control de paso en el interior de Cisjordania y 12 en el interior de Hebrón.
Por otro lado los asentamientos Israelíes- declarados ilegales por la ONU-, incrementan la expulsión de Palestinos, quienes recurren a los campos de refugiados donde viven en condiciones inhumanas, en la actualidad los asentamientos se encuentran en Cisjordania, Jerusalén del Este, y los Altos de Golán. Michael Lynk relator especial de la ONU expresó en su informe del 2016:« Israel ha acelerado de manera alarmante sus planes de construcción de asentamientos. A finales de enero, el gobierno de Israel anunció la construcción de 6.000 nuevas viviendas. Y las demoliciones han aumentado en Cisjordania y Jerusalén Oriental ».Estos, constituyen instrumentos que vulneran los Derechos Humanos de la población Palestina. La ONU condena estos instrumentos y reitera a Israel la eliminación de ambos si desea la finalización del conflicto.
Sin embargo, la influencia de los Estados Unidos, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU limita su accionar. Al apoyar a Israel, este se abstiene a opinar de la situación que se presenta. Estados Unidos mantiene una relación estrecha con el lobby Israelí. Este tiene influencia el Gobierno, las finanzas y los medios de comunicación Norteamericanos. Ambos trabajan estrechamente para garantizar ayuda militar a largo plazo, y en gran cantidad cuando alguno de los dos lo necesite.