En enero de este año, faltando 6 meses para que el gobierno Santos entregue el puesto, nombró por lo menos 92 funcionarios en el Ministerio de Relaciones Exteriores, encabezado por María Ángela Holguín. De los 92 cargos, 63 son en el exterior, que le costaron $2.153.487.000 millones, y para acabar, 62 son de carácter provisional, que son para los casos específicos en los que no haya disponibilidad de diplomáticos de carrera, por lo que serían reemplazados con la llegada del nuevo gobierno.
Sin embargo, la misma cancillería informó en el mismo mes en que se hicieron los nombramientos provisionales, que existen 71 diplomáticos de carrera, quienes tienen prioridad en la lista de candidatos a nuevos puestos. Solo uno de ellos fue tenido en cuenta y tendrá la garantía de terminar el periodo mínimo para un cargo de carrera diplomática, que es de cuatro años.
Por ejemplo, Pilar Calderón, exconsejera de comunicaciones de la presidencia desde 2014 hasta el pasado mes de diciembre, fue nombrada cónsul general en Barcelona de manera provisional. Esta movida del gobierno le cuesta, entre viáticos para el viaje que son el 75% del sueldo, y costos de mudanzas o transporte de menajes que son el equivalente a un sueldo, por lo menos $ 27 millones. Esto sin contar los tiquetes aéreos. Otro caso similar es el de Marcela Durán Fuield, jefa de prensa del Proceso de Paz, quien fue enviada a la Embajada de Colombia en España como consejera de relaciones exteriores. Su traslado constará alrededor de $ 15.5 millones.
Los 63 nombramientos hechos en enero se distribuyen de la siguiente manera (todos sin contar tiquetes):
6 embajadores: $ 165.270.000.
1 ministro Plenipotenciario: $ 21.560.000.
9 ministros Consejeros: $ 162.693.000.
7 consejeros: $ 172.690.000.
18 primeros secretarios: $ 229.320.000.
3 segundos secretarios: $ 29.085.000.
11 terceros secretarios: $ 78.540.000.
8 auxiliares de misión diplomática: $ 41.116.000.
Entre los nuevos embajadores está el General (r) Juan Pablo Rodríguez. El excomandante de las Fuerzas Militares llegó a Corea del Sur reemplazando al también general retirado Tito Saúl Pinilla. El nombramiento de Rodríguez por parte de Santos resultó muy cuestionado, pues en diciembre los Estados Unidos decidieran revisar su visa luego de que su nombre apareciera en numerosas investigaciones por falsos positivos. Según varias fuentes, el general Rodríguez pidió la baja de las Fuerzas Militares por este tema; sin embargo, Santos lo respaldó pues cuando Santos fue Ministro de Defensa, Rodríguez fue el comandante de la IV Brigada en Antioquia entre el 2006 y el 2008, un lugar crucial en la guerra, donde se denunciaron muchos casos de asesinatos extrajudiciales. Se entendería este terco nombramiento como la respuesta a un compromiso adquirido que sella la confianza del Presidente con este cuestionado general.
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Sin embargo, lo más probable es que los 62 funcionarios vuelvan al país en agosto cuando Juan Manuel Santos deje la Casa de Nariño. El nuevo gobierno deberá asumir los costos de regreso, que incluye una prima por instalación equivalente al salario que estén recibiendo, eso dependiendo del cargo asumido. En total, la cuenta es de $ 1.316.040.000, sin contar tiquetes aéreos, todo para subsanar y/o suspender los nombramientos que hizo la cancillería solamente en enero de este año.
Entre los nuevos diplomáticos también están Pilar Acosta, jefe de prensa del vicepresidente Naranjo, y nombrada primera secretaria de relaciones exteriores en el Consulado de Colombia en Nueva York. A Juan Carlos Pérez Cañón, exdirector del Sistema Nacional de Juventud (Colombia Joven), lo nombraron ministro consejero en la Embajada de Washington. Carla Tarditi, excuñada de María Clemencia “Tutina” de Santos, llegó a la consejería en la Embajada en Roma. A Ricardo Gil Ochoa, hijo del ministro de justicia Enrique Gil Botero, lo mandaron como ministro consejero en la Embajada de Austria. Ninguno de los anteriores es de carrera diplomática ni tienen una vocación alineada a la diplomacia.
Con las elecciones a poco menos de dos meses, Juan Manuel Santos y la canciller Holguín, que ha sido la única ministra que estuvo con el presidente en los dos periodos, hicieron esta “cascada de nombramientos” sin mayores reparos sabiendo del gasto que implicaban los traslados y el poco tiempo que durarían en el puesto. Estos ocho marcan la pauta del criterio con el que se hicieron los noventa nombramientos para devolver favores y engrasar los apoyos políticos del gobierno Santos.
Esta es la lista completa de los nombramientos:
