En 1999, después de que el gobierno de Bill Clinton y el de Andrés Pastrana firmaran el Plan Colombia, un tratado en el que, en 23 años, Estados Unidos le ha entregado a Colombia 10 mil millones de dólares en ayudas. Sólo el estado de Israel ha recibido tanto dinero como nosotros. El paquete de ayuda comprendía una gran cantidad de armas para combatir el narcotráfico y a los grupos insurgentes. El Black Hawk es uno de los helicópteros más mortíferos y útiles del mundo, sobre todo por la capacidad que tiene de aterrizar en el lugar que quiera.
Precisamente este atributo fue el que llevó a Francia Márquez a pedirle a la Fuerza Aérea que la recoja en el lugar donde escogió para vivir en estas últimas semanas, después de que la bella, fría e incómoda casa que construyó Rogelio Salmona y que estrenó Gustavo Bell, para que vivan los vicepresidentes, le resultara invivible. A pesar de lo que han dicho otros medios de comunicación, Dapa, el sector donde estableció su residencia, no es ningún condómino de lujo. Lo que si ha molestado a sus vecinos es el constante despliegue de cinturones de seguridad, de guardaespaldas que conlleva estar cerca de una vicepresidente que, en toda su vida de líder ambiental, ha sobrellevado el peso de las amenazas. Entre los hombres que custodian a la vicepresidenta están carabineros con caballos que a veces bloquean vías de acceso.
Esta región está a 1.500 metros sobre el nivel del mar. No es un condominio. Los lotes no superan los 1000 metros y las casas están por los 400 metros cuadrados.
En Dapa la vicepresidenta ha podido encontrar un lugar de descanso en pleno campo, algo que extrañaba y que lleva en la sangre.