Ayer, 8 de noviembre, fue un día no sólo histórico para Estados Unidos, sino lleno de enseñanzas para el resto del mundo, en especial para Latinoamérica. Más allá de los odios que se despertaron, Donald J. Trump, sin experiencia en el mundo político, logró derrotar a la exsenadora Hillary Clinton.
A pesar de que contaba con el pasado político de su esposo, Bill Clinton, quien fue presidente desde 1993 hasta 2001, la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton, no logró superar las expectativas y perdió su gran oportunidad de ser recordada en la historia como la primera mujer presidenta de Estados Unidos, debido a distintos escándalos que opacaron su campaña:
- El pasado sexual de Bill Clinton
La que fue la Primera Dama del país tuvo en contra los escándalos sexuales en los que está inmerso su esposo. Las infidelidades del ex presidente Clinton en los años 90 y la demanda por acoso sexual de Paula Jones, una ex trabajadora del gobierno de Arkansas, fueron cruciales en el segundo debate presidencial y generaron en ella una imagen negativa.
- Las muertes en Bangasi
El haber sido Senadora y Secretaria de Estado, lo que posiblemente la hacía más apta para gobernar el país, no fue suficiente para contar con los votos necesarios. El pueblo no le perdonó su responsabilidad por las fallas de seguridad relacionadas con el ataque contra el consulado de EEUU en Bengasi (Libia) en 2012, en el que murió el entonces embajador Chris Stevens y otros tres funcionarios del Gobierno.
- Los correos privados
Hillary, además, perdió legitimidad al haber enfrentado un escándalo legal por haber usado su correo privado durante los cuatro años que fue Secretaria de Estado, durante la primera presidencia de Barack Obama. Su equipo de trabajo no entregó toda la correspondencia al Departamento como marca la ley y esto generó fuertes dudas y especulaciones sobre la legalidad y contenido de los mismos.
La primera investigación surgió en 2015, pero fue cerrada contra Hillary y sus asistentes sin presentar cargos. Luego, a sólo un par de semanas de las elecciones presidenciales, el Buró de Investigaciones Federales (FBI, por sus siglas en inglés) reabrió su investigación sobre el sistema que usó Clinton para comunicarse.
La mandataria además no usó ni activó la cuenta de correo "state.gov” y esto pudo haberla expuesto a ataques informáticos que podrían haber puesto en peligro la seguridad nacional. Al sólo usar su cuenta personal ella era la única que decidía lo que debía entregarse al gobierno o a los entes que requirieran información sobre sus movimientos e información.
Al problema se sumó que el Departamento de Estado identificó alrededor de 2.100 correos electrónicos del servidor de Hillary con información confidencial y que 32.000 fueron borrados “por error”, a lo que también ella aseguró que eran de asuntos personales.
- Apoyó Obamacare
Su candidatura se debilitó cuando propuso expandir Obamacare o la Ley de Cuidados de la Salud Asequibles, que es la cobertura sanitaria que busca dar acceso a más norteamericanos a cuidados de salud. Pero que tiene como uno de los principales problemas que ésta industria ha tenido libertad total para fijar los precios y condiciones de prestación de sus servicios.
Si a eso le sumamos que el sistema de salud de EEUU está al borde de la quiebra y que actualmente los norteamericanos pagan por sus servicios cerca el 17% de su PIB, cuando en 1970 era sólo del 6,5%, genera un aspecto negativo sobre la candidata demócrata. Por el contrario, Trump proponía reemplazar Obamacare con Cuentas de Ahorro para Salud.
- Buscaba financiar abortos
Este fue sin duda un punto sensible en la carrera por la presidencia. Clinton siempre se mostró abierta a apoyar los abortos y propuso mantener el financiamiento de Planned Parenthood, red popular que ofrece servicios de salud reproductiva, incluidos los abortos.
Por el contrario, Trump ofrecía prohibir abortos si son tardíos, excepto en casos de violación, incesto o problemas de salud y eliminar el financiamiento de PP.
Clinton, de 69 años, perdió muy a pesar de que el actual Presidente, Barack Obama, dejó de lado la agenda presidencial para salir a hacer campaña con ella y que cientos de cantantes y actores se sumaron en vídeos y discursos a su candidatura.
La frase “Make America greate again!”, retumbó en las mentes de los estadounidenses que sufrieron grandes caídas económicas y ven sus ciudades llenas de inmigrantes ilegales que no contribuyen en su economía, que no pagan impuestos y que toman los trabajos que no llegan a mano de los locales, y se sumaron a la campaña del polémico magnate millonario Donald Trump.
El Republicano, de 70 años, hizo una promesa contundente de mejorar el país y trabajar por hacer la vida de los ciudadanos con nuevas oportunidades, y ésta fue ratificada aún y en el discurso de victoria al finalizar el conteo de votos. Hillary no se pronunció para asumir su derrota.
El pueblo americano tomó su decisión, pero aún tiene un largo camino político por recorrer.