En esta época que tiene tanto seguidores como detractores, una tradición, que poco a poco va desapareciendo, es la de disfrutar en familia de las películas con un mensaje de reflexión promovido por historias ambientadas o basadas directamente en la celebración de la navidad.
Hoy haremos un breve recorrido por 5 películas (hay muchas más) que se han vuelto a nivel mundial en símbolo de estas fiestas.
El Grinch (La de 1966 dirigida por Chuck Jones en Versión animada para TV, la del año 2000 bajo la dirección de Ron Howard y la última versión del 2018 que fue dirigida por Scott Mosier y Yarrow Cheney):
Esta historia, basada en el genial relato del prolífico escritor de historias infantiles Theodor Seuss Geisel más conocido como Dr. Seuss (1904-1991), es una de las historias más conocidas y cuenta con un icónico personaje que se ha convertido en un símbolo cultural navideño a nivel mundial.
Su argumento se basa en las peripecias de un personaje peludo y verde que detesta la navidad y, en medio de aquel profundo odio, decide robarse literalmente los símbolos y elementos con los que los habitantes de “Villaquien” celebran el día de navidad. Las versiones que referimos en nuestro texto están disponibles en diferentes plataformas de streaming, siendo la versión de 1966 la más difícil de visualizar, pero si se consigue en distintas plataformas a menudo no tan legales.
De las 3 versiones, la más cercana al espíritu del cuento del Dr. Seuss, es la de 1966 que, en su idioma original, está narrada por el legendario actor de películas de terror Boris Karloff. Las versiones del año 2000 y 2018 se toman ciertas libertades para acercarse un poco a las diferentes situaciones que reflejaban cada época.
Lo importante de esta historia, en todas las versiones, es la reflexión que se hace respecto al verdadero significado de la navidad que, en la reflexión del peludo personaje protagonista, es que, más allá de lo material la navidad tiene un componente de unión, amor y solidaridad entre las personas.
https://www.youtube.com/watch?v=R6bqbPdGOZk&ab_channel=HolidayFavorites
Un cuento de Navidad (Esta es la historia más famosa y tradicional, a destacar las versiones de “A Christmas Carol” de Edwin L. Marin del año 1938, “Una Navidad con Mickey” del director Burny Mattinson de 1983, “A Christmas Carol” de Clive Donner, versión para televisión, del año 1984, la versión libre del director Richard Donner de 1988 titulada “Scrooged”, la maravillosa versión de 1999 del director David Hugh Jones y la versión en animación computarizada de Robert Zemeckis del año 2009. Esta es la que cuenta con más adaptaciones en el cine, la televisión y el teatro):
Esta historia, fruto de la maravillosa imaginación del genial Charles Dickens (1812-1870), relata la historia de Ebenezer Scrooge, un avaro y despiadado anciano que abomina de la navidad y de sus tradiciones.
Este personaje, flaco, encorvado, malgeniado e hiriente en su trato con los demás recibirá, advertido por el fantasma en pena de su viejo socio Marley, la visita de tres espíritus que representan las navidades pasadas, presente y futura, todo en el transcurso de esa noche entre la una y las tres de la madrugada.
El viaje de Ebenezer será, de acuerdo a cada versión, un sube y baja de emociones, siendo el último espíritu el que más aterrará al avaro anciano. La versión más libre de la historia es la de 1988 y relata la historia de un despiadado directivo de la televisión que tortura psicológicamente a sus empleados mientras, irónicamente, filman un especial de “Un cuento de navidad” a emitirse la víspera del nacimiento de Jesús.
Innumerables actores han interpretado a Ebenezer, y, los más recientes han sido Michael Caine (una versión que no mencioné al principio llamada “Los Muppets: Un cuento de Navidad de Brian Henson del año 1992), Sir Patrick Stewart, George C. Scott y el genial Jim Carrey de la versión de (Robert Zemeckis) con la acotación de que el mismo actor también representó al personaje de El Grinch de la película ya reseñada en este texto.
Valga resaltar que la moraleja de esta bella historia es que la navidad debe ser un espacio de dar, de reflexionar y de tomar buenas decisiones que, siempre, tendrán consecuencias positivas en aquellos que nos rodean.
https://www.youtube.com/watch?v=6FMhlZDpwD0&ab_channel=GatoSC
Milagro en la calle 34 (Versiones de 1947 dirigida por George Seaton y de 1994 del director Les Mayfield):
¿Qué pasaría sin un anciano bonachón y con un asombroso parecido a Santa Claus se dedicará a recibir a los niños en la más prestigiosa tienda por departamentos de Nueva York, pero creyendo a pie juntillas que él es el verdadero San Nicolás? Esta es la dinámica de estas dos películas que son parte de la programación de las televisoras norteamericanas en estas fechas.
En medio de la preparación para participar del tradicional desfile del Día de Gracias de la tienda por departamentos Macy´s de Nueva York, un anciano de increíble parecido a Papá Noel, se alarma porque el personaje va a ser representado por un actor ebrio.
De un momento a otro la ejecutiva que coordina el desfile, toma la decisión de contratar a nuestro simpático personaje que, desde el primer momento, se identifica como Kriss Kringle (derivado del alemán Christkind), y que asombra a todos por su bondad, sus acciones estrafalarias (como enviar a las madres a otras tiendas a comprar los regalos que son muy costosos en Macy´s) y, en las dos versiones, por reaccionar con enfado cuando alguien duda de sus intenciones como representante genuino del espíritu benefactor de la navidad.
En la primera versión (1947) podemos ver la actuación de una pequeña y prometedora actriz llamada Natalie Wood (1938 – 1981) en el papel de la niña que no cree en la navidad o en la imagen de Santa y, en la del año 1994, nos encontramos, en ese mismo rol, con la genial actriz Mara Wilson (1987) que ya conocemos por ser la niña mágica de la genial película “Matilda” (1996).
Esta historia nos muestra, en su esencia, que no debemos dejar de soñar, de luchar frente a aquellos que nos impiden tener una ilusión, al derecho a mantener la inocencia y la fantasía de los niños intacta.
También muestra que a veces los seres bondadosos, más allá de la dinámica milagrosa del anciano Kriss Kringle, son aquellos que ayudan en los momentos más tristes y que buscan reivindicar la verdadera solidaridad y el amor en la época navideña.
¡Qué bello es vivir! (Frank Capra – 1946)
Este clásico tiene una característica muy importante, aunque transcurre en Navidad las figuras de Jesús y Santa Claus no son los ejes de la historia.
El protagonista, George Bailey (interpretado por el genial James Stewart 1908-1997) es un hombre atrapado por las circunstancias en su pueblo natal (su sueño siempre había sido viajar por el mundo y ser un hombre importante); siempre algo se interpone entre él y su sueño.
Por eso, en medio de muchas dificultades y tentaciones, debe estar al frente de una pequeña entidad bancaria de carácter familiar que procura, entre otras cosas, construir casas para los más humildes habitantes de Bedford Falls.
En medio de esas vicisitudes, por un error de su desmemoriado tío y la maldad del villano de turno, George Bailey se ve acusado de desfalco y corre el riesgo de ir a la cárcel dejando así en la miseria y el desprestigio a su familia y al banco que con tanto esfuerzo han construido desde los tiempos de su difunto padre.
En medio de la desesperación se da cuenta que si muere su seguro de vida alcanzará para cubrir el faltante de dinero y cubrir temporalmente las necesidades de su familia, por lo que decide suicidarse.
Es en este momento que su despistado ángel de la guarda, Clarence, lo salva de cometer el suicidio y, después de escuchar a George decir que “desearía no haber nacido” le concede su deseo; a partir de ese momento nuestro protagonista deberá enfrentar la terrible realidad de lo que es la vida de su familia y amigos sin haber sido afectados por sus actos a lo largo de toda su vida hasta esa noche de Navidad.
Esta historia nos muestra las consecuencias que nuestra vida deja en aquellos que se ven afectados por nuestras acciones. En el caso de George Bailey, cada acción que llevó a cabo en su vida cambió positivamente a muchas personas y, al dejar de existir, pudo comprobar que su existencia era importante.
Como la acción transcurre en nochebuena nos trae un hermoso mensaje de amor y solidaridad con el prójimo que, siempre, fue el sello de ese genial director de cine llamado Frank Capra (1897 – 1991).
https://www.youtube.com/watch?v=iLR3gZrU2Xo&ab_channel=ParamountMovies
Santa Cláusula (Dirigida por John Pasquin – 1994)
Un ejecutivo de una empresa fabricante juguetes, divorciado y solitario recibe la misión de sustituir a Papá Noel luego de que este sufre una mortal caída desde el tejado de su casa.
Esa es la breve dinámica que llevará a nuestro protagonista interpretado por el actor Tim Allen (1953) a reemplazar en esa nochebuena y, de ahí en adelante, al tradicional personaje de San Nicolás.
En el periodo de un año comienza a sufrir una transformación progresiva (engorda, su cabello se blanquea y le sale una abundante barba, además, de poder detectar quien es malo y quien es bueno con solo mirarlos) que llama la atención de su jefe y del psicólogo pareja de su exesposa con la consecuencia de que pierde la custodia compartida de su hijo y que termina, en la nochebuena, encerrado en prisión acusado de secuestro. En medio de ese desaguisado nuestro primerizo Santa Claus debe ser rescatado por un comando de las fuerzas especiales elficas para, así, evitar un desastre de proporciones épicas esa noche previa a la navidad.
Más allá de la comedia, está, como las otras películas ya mencionadas nos intenta dejar un mensaje de la importancia de la fe, del amor familiar y de que lo más importante, más allá de los regalos es poder mantener intacta la ilusión y el deseo de dar, de compartir, en estas fechas.
Hay otras historias, llevadas directamente a la televisión como “El Pequeño Tamborilero” del año 1968 dirigida por Jules Bass o al cine como “Pesadilla antes de Navidad” de 1994 del director Henry Selick que también se han vuelto emblemáticas de estas fechas.
Algunas de las ya mencionadas es posible, como comenté, conseguirlas en streaming o en algunas plataformas de internet, pero, sería muy interesante que las cadenas de televisión abierta organizaran una visualización de algunas o todas ellas en este diciembre.
Siempre habrá nostálgicos y nuevos televidentes que mantendrán vivos esos filmes, algunos, ya clásicos y, otros en vía de convertirse en películas de culto en estas fechas decembrinas.
