Tantos pensamientos que transitan en nuestra mente. Cada momento pensamos en tantas cosas que no sabemos con exactitud que nos guía, que tiene más fuerza en nuestra mente. Solemos creer que es lo externo lo que define nuestra vida, pero todo es un reflejo de nuestro mundo interior. Un mal pensamiento puede afectar de manera negativa nuestro momento e incluso nuestro día. Es vital para cada uno de nosotros, que sepamos cómo cambiarlo y de esta manera transformar el momento.
1. Piensa en una buena experiencia
Al pensar en una buena experiencia, nos enfocamos en algo positivo que nos pasó. Algo que no solamente sucedió sino que marcó un buen recuerdo y logró impactar nuestra vida. El enfoque es poder. Es importante que nos enfoquemos en aquello es positivo, de lo contrario estaremos enviando nuestra energía a aquello que nos debilita. Por más que estemos pasando por un mal momento, hemos vivido experiencias que nos han sacado más que una sonrisa.
2. Ridiculiza el mal pensamiento
¿Qué es lo peor que te puede pasar? En ocasiones nos estresamos y frustramos por cosas que objetivamente no son importantes. Nos enfocamos en pequeñeces y toda nuestra atención es dirigida hacia ellas. Seamos capaces de reírnos de nosotros mismos, de entender el mal pensamiento y sacarle provecho. Tenemos la capacidad para hacerlo ver pequeño y sin fuerza, para que de esta manera lo olvidemos y no tenga relevancia.
3. Confía en la vida
La vida no está tan mala, en realidad lo mejor pasa cuando menos lo esperamos. A nosotros llega lo mejor, cuando estamos tranquilos y seguros de nosotros mismos. Cuando andamos de mal humor y preocupados, eso es lo único que atraemos. Eres único y diferente, estás aquí por alguna razón. Confía en tu vida y te sorprenderás de lo que llegará en los días venideros.
4. Vive este momento
Vives preocupado por lo que pasó, no dejas de pensar en el error que cometiste. No aceptas lo que pasó y como consecuencia no puedes vivir el presente. De lo contrario, estás viviendo preocupado por lo que aún no ha pasado. Imaginas situaciones ficticias que no te favorecen y les das poder para afecten tu vida. Un futuro que no lo mereces y por el cual temes, sabiendo que no existe. No puedes aprovechar el presente, viviendo en el futuro. El presente es un regalo. Uno de los grandes beneficios que puedes tener, es vivir este momento.
5. Repite una afirmación o frase que te empodere
Nuestro diálogo interno nos puede hacer creer que estamos en el cielo o nos puede hacer creer que vivimos en un infierno. Esa pequeña, escurridiza y sigilosa voz que transita por nuestra mente. Nos habla, nos llena la mente de mentiras o halagos. Depende del control que tengamos sobre ella, podremos decirnos algo que nos empodere. El empoderamiento personal es más poderoso que cualquier otra actividad, nos permite creer posible aquello que para muchos no es posible. Sin duda alguna, vivimos acorde a lo que nos decimos a nosotros mismos.