Este mundial de fútbol es muy especial, fue permitido, planeado y realizado no por amor al fútbol ni a su difusión más de la que este deporte tiene.
El amor por el dólar, los comprobados pagos de coimas a los dirigentes de FIFA, muchos de los cuales hoy están presos y sobre todo el mal manejo de una entidad que tiene más socios que la ONU.
Un mundial plantado en una ciudad y no en un país, donde el lujo y el derroche de los reyesuelos son la autoridad (en Occidente los llamamos déspotas dictadores) pero que son buenos porque son de los nuestros.
¿Que dirían uds si el campeonato mundial de tejo se celebrara en París?
Un mundial con 32 selecciones con sus fanáticos tan diversos como sus costumbres, llegan a un País de 2.5 millones de habitantes donde los Ingleses y Alemanes no podrán tomar cerveza, me imagino a los argentinos y sus cánticos ofensivos en las tribunas observando un disciplinado silencio y las garotas brasileñas sin burka haciendo sus espectaculares bailes en mitad de una calle a 40 grados a la sombra.
¿No me cabe en la cabeza que el ganador de este mundial se llevará un premio de 42 millones de dólares, cuántos intereses creados lleva esa cifra?
Un mundial donde los tan cacareados derechos humanos brillaron por su ausencia, pues se afirma que para la construcción de los 8 estadios se emplearon métodos prohibidos en la contratación de los trabajadores y que más de 6.000 de ellos murieron en el intento.
No sé como albergarán en un país que es la mitad de Cundinamarca a tantos turistas que doblará su población y a no dudarlo, el hacinamiento y el descontrol unido a la rivalidad de las hinchadas serán el pan de cada día.
Que viva el derroche, el lujo en el país de las 1,000 y una noches que viva el mayor monumento a la corrupción, arriba la violación de los derechos humanos de los trabajadores y de los derechos de la mujer en particular… Es sarcasmo, obvio, y que viva el fútbol.