Acaba de conocerse el ingreso a la caja del gobierno de Duque de dos billonarias sumas.
La primera corresponde al precipitado pago por parte de Ecopetrol de la compra del 51,3 % de la acciones de ISA de propiedad del estado por la no despreciable suma de $14,23 billones, realizado el pasado 19 de mayo.
Ante el fracaso del anterior minhacienda Alberto Carrasquilla, dado el portentoso paro nacional del 28 de abril, por no poder imponer su chupa sangre reforma tributaria por $30,5 billones, el gobierno de Duque obligó a Ecopetrol a darle caja al gobierno, pasándose por la faja las normas establecidas en la venta de activos del estado, como lo ha señalado reiteradamente Ricardo Ortega, gerente del holding de la Empresa de Energía de Bogotá, quién quería también ofertar en esa venta de ISA.
Y la otra billonaria entrada a caja es la proveniente de los Derechos Especiales de Giro del FMI por un valor de US $2.795 millones equivalente a $10,8 billones de pesos, girados extraordinariamente a Colombia de los US $650.000 millones que el FMI irrigará en la economía mundial para darle liquidez a sus países miembros ante la recesión económica y la pandemia del covid-19.
O sea el gobierno tiene hoy en caja $35 billones de pesos. ¡Un Baloto! ¡Bingo!
Equivale a más de lo que pretendió Carrasquilla y a más del doble de la actual reforma tributaria del actual minhacienda José Manuel Restrepo.
A simple vista, son recursos extras que el gobierno ha buscado desesperadamente.
Ese desespero podría explicarse por la gran preocupación que hoy tiene el uribismo-duquismo, dadas sus muy bajísimos niveles de aceptación en la población, según las múltiples encuestas conocidas desde el año pasado y que los coloca ante un resultado adverso en las elecciones del 2022 y lo más grave, la muy alta posibilidad de que proyectos alternativos como el del Pacto Histórico y su candidato presidencial en conjunto con otras fuerzas democráticas, puedan salir avantes.
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El uribismo-duquismo necesita aceitar la maquinaria, enmermelando todas sus huestes, para que sin temor y sin medida vayan amarrando todo para ganar las elecciones del 2022
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Necesitan entonces aceitar la maquinaria, enmermelando todas sus huestes, para que sin temor y sin medida vayan amarrando todo lo que esté a su alcance con estos $35 billones para ganar las elecciones del 2022.
¿De acá sacarán los recursos para el nuevo contrato de un nuevo software privado para la Registraduría en las próximas elecciones?
¿Será el mayor despilfarro que antecede unas elecciones?
Ante este proceder habrá que hacer un buen trabajo de veeduría ciudadana que impida este desangre de recursos y los quiebres institucionales que se puedan derivar.
Posdata: este 26 de agosto de nuevo a la calle en todo el país para respaldar los 10 proyectos de ley del CNP y rechazar la nueva reforma tributaria de Restrepo que congela los salarios estatales y prepara una masacre laboral al darle facultades extras a Duque para reestructurar el estado.
Twitter: fabioariascut
