La firma KMPG en Colombia realizó la encuesta de fraude del año en curso y el resultado no es el más alentador. El país, que atraviesa un periodo de expansión económica es muy susceptible a este tipo de crímenes económicos por falta de previsión y controles efectivos.
El estudio, que mide las modalidades de malversación de activos, fraude financiero, corrupción y cibercrimen se hizo a través de encuestas realizadas a 197 directivos de empresas que operan en Colombia y reportan ingresos anuales desde $50 hasta $500 millones de dólares. Las empresas, unas privadas (65%) y otras tantas publicas o con participación mayoritaria del gobierno (35%) representan diversos sectores, entre ellos el de la salud, construcción, banca, energía, etc.
Entre las conclusiones de la firma encuestadora destacan que casi todos los sectores económicos han presentado problemas de orden ético y de integridad, el costo estimado de crímenes económicos sumaron $3.600 millones de dólares, lo que equivale al 1% del PIB nacional, la malversación de activos es el crimen más común pero el que más daño causa es el fraude financiero (51%). El daño causado no es solo económico, afecta la desaparición de empresas y en consecuencia a las familias que pierden sus empleos.
El buen momento que atraviesa Colombia económicamente ha potenciado los riesgos de este tipo de crímenes y ha puesto en evidencia diferentes debilidades de las empresas para controlarlos. Hace falta mayor control y prevención para poder así aprovechar el buen momento y fortalecer la capacidad productiva.