Hace un año Netflix no paraba de sorprendernos. Series como Dark, Glow, Derek, La casa de papel, marcaban una nueva tendencia mundial: HBO tenía competencia y era la plataforma. Sin embargo este año las cosas no han salido demasiado bien. Aparte de Sex Education, After life, Así nos ven y la tercera temporada de Stranger things, los estrenos no han funcionado. Con el impulso que traían de años anteriores es lógico que los suscriptores aumenten y las finanzas empiecen a estabilizarse, pero a nivel de calidad 2019 ha sido decepcionante. Los fans de Dark esperábamos ansiosos la segunda temporada y, entre el aburrimiento y la confusión quedamos más que aburridos, ¿alguien la entendió? Ni hablar de intrascendencias como Dilema, que intentó ser el trampolín de relanzamiento de una actriz malísima como ha sido René Zellweger o la imposible Misterio a bordo en donde ese par de actores en decadencia, Adam Sandler y Jennifer Aniston, hacen literalmente el ridículo.
Pero el punto más bajo sin duda ha sido Black Mirror. Esperar más de dos años por esos tres capítulos es infame. ¿Ya los vieron? Poco queda de esas ideas originales, brillantísimas que sorprendió al mundo. Las primeras temporadas de Black Mirror marcaron un hito dentro de la ciencia ficción contemporánea. Ahora las historias están llenas de boquetes, de grietas que han resquebrajado uno de los mejores inventos de Netflix.
Estaba pensando seriamente en dejar mi membresía hasta que vi anoche los cuatro primeros episodios de la tercera temporada de Stranger things. Entrañable y tenebrosa, los muchachos han crecido, han abandonado sus jueguitos de nerds y se han zambullido de lleno a los primeros amores juveniles. Mientras tanto las ratas explotan y se transforman en un monstruo temible y asqueroso y el mundo, sumido en la confrontación bipolar entre Estados Unidos y la Unión Soviética, está más cerca que nunca del apocalipsis. La tercera temporada de Stranger things es una de las mejores cosas que le ha pasado a la televisión este año.
Ahora sólo falta esperar la nueva temporada de La casa de papel. Mientras tanto HBO se impone con fuerza. Series como Euphoria, Years and years y Warrior vuelven a poner a la vanguardia al mejor canal de Estados Unidos. En el pulso de este 2019 HBO no fue sólo Game of thrones. La segunda temporada de Big Little Lies no sólo es el programa más visto de Estados Unidos en sus primeros cuatro capítulos sino que anuncia desde ya que arrasará en los próximos premios Emmy y Globos de oro. Además se vienen estrenos esperadísimos como la versión televisiva de la novela gráfica de Alan Moore Watchmen que marcarán aún más la tendencia: en el 2019 el rey volvió a ser HBO.