Gracias a una alianza entre la Alcaldía de Bogotá y Argos, aproximadamente 2.5 millones de llantas que desecha al año la ciudad, podrán ser utilizadas como combustible en las plantas de la cementera.
De esta manera se le da solución a uno de los más graves problemas ambientales que tiene la ciudad, y que en el pasado generó graves incidentes como el incendio de un depósito de llantas en noviembre de 2014.
Unas 600 mil llantas se incendiaron, lo que generó una crisis ambiental en la ciudad por la cantidad de elementos tóxicos que liberó la conflagración que se prolongó durante dos días.
Los neumáticos, por su composición, no pueden ser enviados a un relleno sanitario y no hay cómo reciclarlos. Por eso su acumulación se había convertido en uno los principales dolores de cabeza medioambientales en Bogotá.
Consecuente con esta situación, la administración distrital logró un acuerdo con Argos, compañía que desarrolla y aplica una técnica denominada ‘Coprocesamiento’, la cual permite sustituir el combustible fósil por alternativo. En dicho proceso pueden ser utilizados materiales como llantas usadas, plásticos, textiles, papel, madera y biomasas.
Actualmente Argos tiene capacidad para procesar 1’500.000 llantas trituradas, pero ampliará su capacidad a 4’500.000.