1de abril: Ya marchamos ¿Ahora qué?

1de abril: Ya marchamos ¿Ahora qué?

"Detrás de la marcha del 1 de abril hubo una clara intención de la extrema derecha: medir aceite para las elecciones del 2018. Eso fue evidente"

Por: Santiago Molina Roldán
abril 03, 2017
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1de abril: Ya marchamos ¿Ahora qué?

Detrás de la marcha del 1 de abril hubo una clara intención de la extrema derecha: medir aceite para las elecciones del 2018. Eso fue evidente, ni bobos que fueran. Uribe como principal convocante de la marcha aprovechó para hacer lo que sabe hacer, y en el marco de la movilización, separado por vallas, a metros de la gente, con pantalón, guayabera y sus crocs, respirando el contaminado aire paisa del parque de las luces de la capital, y con su excelente retórica, el senador dio un discurso de unos 43 minutos cual candidato presidencial (afortunadamente no puede serlo). Con firmeza exigió menos impuestos y más salarios, cosa que no logró en ocho años de gobierno, además de culpar a Santos por la crisis de la salud mientras se echaba flores por su ley 100, a lo que la gente lo aplaudía (qué vergüenza), a sabiendas de que en esa y muchas otras crisis todos ellos son culpables, él sobretodo.

Con una muy característica memoria selectiva, el senador hizo un recuento histórico de algunas de las renuncias de más alto nivel que se dieron en la Colombia del siglo XX: la de López Pumarejo, Laureano Gómez, y otros tantos. Esto, para afirmar que Santos está “en mora” de hacer lo mismo por los cheques extranjeros que llegaron a su elección y reelección presidencial. Es cierto, está en mora, y en un país serio un presidente hubiera tardado apenas horas en renunciar por voluntad o presión ciudadana, como en Alemania, Corea del sur o incluso Guatemala, por casos que quedan en pañales frente al de Odebrecht-Santos; pero this is Colombia, man. Sin embargo, como muchos hemos repetido hasta el cansancio, con qué autoridad moral sale este señor a pedir tal cosa cuando además de haber comprado su reelección en 2006, fue el padre político de Juan Manuel Santos en el 2010; es decir, dónde queda su responsabilidad penal en el primer caso y al menos la política en el segundo.

En medio del calor de la Medellín contaminada, el senador también le echó flores a Laureano Gómez, un hombre “probo y de manos limpias que practicaba la moral”; ese mismo que sugirió por allá en los 40 hacer “prácticamente invivible el ambiente de la república” y que proponía llegar “hasta la acción intrépida” para cumplir tal propósito, como curiosamente lo está intentando hacer Uribe Vélez.

También se fue lanza en ristre contra la ley de víctimas y restitución tierras porque la hicieron los “cerdos del comunismo, cerdos del terrorismo”. Claro, esa ley no le conviene a los intereses de los grandes terratenientes despojadores de tierras muy de sus afectos. Cabe anotar que tampoco debemos hacernos los de la vista gorda y afirmar que tal ley está cumpliendo con lo que debería ser su objetivo, pero eso no es lo que precisamente le preocupa al expresidente (ver La estrategia de los despojadores para no devolver la tierra).

Una vez más vuelve el discurso de la amenaza castrochavista en Colombia, y con ello la siembra de miedo y odio en la Colombia que votará en el 2018. Así, el cuentito del castrochavismo no murió el 2 de octubre, sino que sigue vivito, coleando y alimentándose para el año entrante. La extrema derecha empieza a afilar sus comparaciones absurdas entre Santos y Maduro: “así empezó el chavismo” están diciendo en repetidas ocasiones en la prensa, discursos e intervenciones el CD, Ordoñez y toda esa camada. Tampoco dejarán que las próximas elecciones presidenciales dejen de girar en torno a las ya exFARC-EP, y a parte de ello adoptarán las banderas de la lucha contra la corrupción (descarados) para intentar ganar la presidencia. En ese sentido, Exhortó a seguir la marcha y exigir la “restitución de la democracia” y la renuncia del “ministro bravo”, como calificó a Santos en diferentes ocasiones. Que continúen la marcha, que hagan lo que quieran,  que lloren, griten y pataleen, pero va en nosotros y en la coalición que haga el centro izquierda para que esa marcha guerrerista y llena de odio no llegue a la Casa de Nariño.

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