Los acueductos recibieron capacitaciones sobre contabilidad, atención al cliente, adopción de tarifas, formalización laboral y normatividad de servicios públicos y asesorías sobre cómo elaborar diagnósticos, potabilización y proyectar mejoras para su acueducto.
Y es que esta Administración logró que luego de 12 años de funcionamiento, estos acueductos superaran las dificultades para el cumplimiento de las condiciones establecidas para la prestación del servicio.
“Estos pequeños acueductos hoy empezaron a suministrar agua de calidad. Estamos fortaleciéndolos administrativamente y logrando que cumplan con los requerimientos establecidos por la ley para que se reconozcan como pequeños prestadores de servicio públicos”, afirmó Yency Contreras Ortíz, subsecretaria del Hábitat.
Quiba, Pasquillita, Pasquilla, Mochuelo Bajo, Chiguaza, Olarte, Los Soches y El Destino son algunas de las veredas donde están ubicados los beneficiarios por la calidad del agua.
La Secretaría Distrital del Hábitat actualmente está apoyando para definir los recursos que requiere cada acueducto para la aplicación de subsidios nacionales y el aporte distrital del ‘Mínimo Vital’, que les permitirá cubrir parte de los costos de operación y darle sostenibilidad una vez sea culminado este proceso.
Este apoyo apunta a una de las metas del plan de desarrollo Bogotá Humana “en el programa de Ruralidad Humana” consignada en el eje 1: Una ciudad que reduce la segregación y la discriminación: el ser al humano en el centro de las preocupaciones.
Este trabajo se hace en coordinación con la Secretarias de Ambiente, Salud y Gobierno, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca y el apoyo de los Fondos de Desarrollo Local, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, el Grupo de Pequeños Prestadores de la Superintendencia Servicios Públicos y la Defensoría del Pueblo.
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