Tumaco es maravilloso. Es un centro cultural, turístico y productivo fundamental para el desarrollo no solo de Nariño, sino del país. Sin embargo, todas las ventajas y posibilidades han sido aprovechadas por la criminalidad, y no por el Estado, lo cual genera inestabilidad, inseguridad y violencia.
Por esto, se requieren hechos y acciones concretas a favor de Tumaco. Las medidas deben ser pensadas y tomadas a corto, mediano y largo plazo. También deben proponerse y concertarse desde la ciudadanía y desde la región, y que no sean impuestas desde Bogotá.
Con el ánimo de aportar a las soluciones me gustaría proponer 10 propuestas.
1. Militar. Presencia militar total, con inteligencia y contrainteligencia, con renovación de mandos y de cuerpo militar cada seis meses con el fin de evitar cualquier tipo de injerencia ilegal, con la vigilancia y supervisión de la defensoría del pueblo y órganos internacionales de derechos humanos. Esto con el fin de garantizar los derechos y evitar abusos, pero con el fin de defender el territorio de la criminalidad. En conclusión, es fundamental un territorio sin cultivos ilícitos y sin puertos para la exportación del producto ilegal.
2. Productividad. Medidas de recuperación económica y beneficios de subsidios, o créditos para garantizar oportunidades económicas a todos los ciudadanos. Además promover una sustitución de cultivos ilícitos dialogada con los campesinos. Es importante resaltar que los proyectos productivos deben incluir la financiación para el fortalecimiento organizacional y en derechos de los sectores beneficiarios. Igualmente, se debe conformar una unidad técnica de formulación y gestión de proyectos con el fin de concretar los recursos.
3. Institucionalidad. Los problemas que se viven en Tumaco desbordan las capacidades institucionales locales y regionales. El Presidente de la República debería designar un enlace directo o un gerente en Tumaco, con el fin de coordinar a nivel municipal, regional y nacional las acciones adelantadas y articular todas las actuaciones administrativas que sean necesarias implementar. Se requiere de una unidad ejecutora que permita la ejecución correcta de recursos asignados. Salir del conflicto tiene que ver con la presencia estatal, del gobierno nacional.
4. Regional. Desde lo departamental no es suficiente una gerencia que está a cargo de un asesor del despacho del gobernador. Debe generarse una reestructuración administrativa que permita crear una sede alterna del gobierno regional, con el fin de tomar decisiones desde el lugar en donde están los problemas. Esto para alcanzar legitimidad y cercanía entre ciudadanía y gobierno regional. En este sentido, se requiere una descentralización desde el departamento. Por otro lado, es necesario pensar en una institucionalidad para Llorente, un territorio que ha desbordado la figura de corregimiento del municipio de Tumaco.
5. Educación. Fortalecer la educación en todos los niveles, crear condiciones de permanencia, cobertura y motivación para los niños y jóvenes tumaqueños. Aprovechar la presencia de la Universidad Nacional y de Nariño para impulsar un dialogo entre academia y gobiernos, para establecer acciones concretas a favor del Municipio. Esto con el fin de definir prioridades y estrategias que deben tener sustento económico, social, político y académico.
6. Gobernanza. Fortalecer las instituciones, la sociedad civil, los medios de comunicación y los entes de control con el fin de promover un gobierno abierto, horizontal, efectivo y con la debida vigilancia en la ejecución de los recursos. Esto también incluye, apertura democrática e inclusión de sectores no tradicionales en el proceso político y económico. Por esta razón, las instituciones tienen que adecuarse, transformarse y adaptarse a los nuevos actores sociales y políticos, que tienen el discurso de combatir con la corrupción, y así generar un adecuado aprovechamiento de los recursos. En este punto, el papel de la ciudadanía es el más importante para generar procesos de control social a los recursos públicos. Además, las instituciones deben cambiar de perspectiva, pasando del escritorio a la ciudad, enfocándose en una actividad concreta de servicio público real.
7. Ordenamiento territorial. Planificar el desarrollo regional y urbano es fundamental para generar crecimiento y mayor equidad. Por tal razón, es pertinente utilizar las estrategias e instrumentos que contribuyan a hacer más eficiente el gasto público, generar crecimiento y ordenar el territorio. Además es pertinente, articular capacidades y propuestas de todos los actores públicos para que exista sintonía real entre las soluciones planteadas y el contexto regional o local. Existe un reto para las políticas regionales que consiste en la necesidad de equilibrar el crecimiento dentro del departamento. Aquí los Planes de Desarrollo Territorial-PDTs-, se convierten en unos instrumentos concretos para avanzar en la consolidación de la paz, fomentar la confianza institucional y establecer alternativas reales de desarrollo económico. Finalmente, es necesario llegar a acuerdos respecto del futuro de Tumaco en donde se deben concretar objetivos, metas, estrategias, principales proyectos y recursos a ejecutar durante los gobiernos. En este sentido, los ciudadanos y su capacidad creativa son los actores principales para que Tumaco cambie, teniendo en cuenta el potencial existente en el territorio y dando respuesta a los desafíos que se le plantean. Una distribución equitativa de os recursos del Sistema General de Regalías podrían concretar muchas sueños y propósitos del puerto, y así financiar su desarrollo.
8. Bienes mínimos. Según información del Plan de Desarrollo Departamental, persiste en la Costa Pacífica una desarticulación a las dinámicas económicas y políticas nacionales caracterizada por el bajo acceso a servicios públicos de calidad y bajos niveles de ingreso que afectan el nivel de vida de los habitantes. Concretamente en Tumaco, se requiere consolidar una empresa prestadora de servicios públicos que garantice su calidad, oportunidad y eficiencia.
9. Justicia. En su acepción más general se podría definir como dar a cada quien lo que le corresponde. Para Tumaco, en primer lugar, se deben garantizar los derechos fundamentales de la población, con la presencia estatal efectiva en el municipio. En segundo lugar, se deben fortalecer las capacidades locales, alternativas, propias e indígena de solución de conflictos, con el fin de acercar el estado a las comunidades y promover la tranquilidad en las poblaciones. Por otro lado, es impajaritable continuar con el reforzamiento de la estructura de la Fiscalía y jueces penales en el puerto. Con el aumento de fiscales especializados, rotación de personal y seguridad para estos funcionarios para que puedan tomar decisiones. En resumen, es necesario legitimar la oferta institucional. El verdadero acceso a la justicia radica en que el servidor público se acerque a la ciudadanía, oferte los servicios de su institución y le entregue al ciudadano las opciones que el Estado tiene para la pronta solución a sus necesidades.
10. Cultura. Tumaco es pacífico. La alegría, la ancestralidad y las tradiciones pacíficas afrodescendientes del puerto han sido las características de esta población. La violencia es un fenómeno reciente, pero no menos grave, que ha modificado estructuras sociales, políticas y económicas en la ciudad. Uno de los grandes problemas que ha generado el narcotráfico en Tumaco ha sido la construcción de una cultura de la vida fácil en donde se fomentó la muerte y la obtención fácil de recursos. Por ello, es fundamental volver a los valores de paz. Fortalecer la educación en todos los niveles, crear condiciones de permanencia, cobertura y motivación para los niños y jóvenes tumaqueños. También es necesario, jardines infantiles y escuelas adecuadas para que la paz se sienta desde la juventud tumaqueña. La apuesta debe ser por las futuras generaciones. Aquí se debe destacar iniciativas ciudadanas como la Biciblioteca del Saber liderada por Jairo García, la cual busca crear el amor por la lectura y restarle espacio a la violencia.
El diálogo queda abierto para que se propongan otras posibilidades y soluciones para Tumaco. Lo importante es aportar.