La plaga ha regresado y ya no hay un espacio para huir. Envidiamos a Bocaccio y su grupo de amigos, escondiéndose en una vieja cabaña en Florencia de la peste que todo consume, contándose historias picantes que después conformarían el Decameron. No, la plaga está ahí, cada vez que abrimos un computador, cada vez que vemos a una señora en Transmilenio mirándonos con desconfianza mientras masca su tapaboca. Los medios de comunicación nos imponen la plaga y nosotros, sumisos, como niños después de la viruela, seguimos el juego y, para espantarnos más, para entrar en pánico, volvemos a las pesadillas convertidas en películas que alimentan nuestra fiebre, nuestro antojo de coronavirus.
- Contagio: Si, es un lugar común pero, ¿qué podemos hacer? Cuando salió, en el 2011, se pudo considerar un fracaso de taquilla y los críticos se encogieron de hombros ante otra película fría y distante de Steven Sodenbergh. Nueve años después es la película más buscada en google durante el mes de febrero. Si, es que Gwyneth Paltrow se va en viaje de negocios a Hong Kong, abraza el chef que acaba de cocinar un lechón que comió la fruta masticada por un murciélago portador de un virus devastador. En su regreso a los Estados Unidos deja una estela de muerte imparable: nadie puede hacer nada contra un virus que consume, entre espantosas convulsiones a aldeas chinas, presidentes de la república y a la hermosa Kate Winslet. Los que no quieran verla pirateada la pueden ver en HBO
2. Muerte en Venecia: Al compositor Gustav Von Aschenbach le quedan muy pocas razones para estar vivo. Su música se le está pudriendo por dentro desde que su pequeña hija murió. Ya no encuentra la belleza por ninguna parte y es por eso que se va a Venecia, a pasar el verano de su amargura en el Lido, leyendo periódicos e intentando olvidarse de su esterilidad musical. Cuando la esperanza se agota aparece Tadzio, un muchacho de 14 años, tan hermoso como un teatro lleno, que le alegra las sofocantes tardes del Sirocco. Lo que Aschenbach ignora es que esos muertos que caen en la calle, ese olor a desinfectante que se deja sentir en los canales, esa fiebre que lo invade es producto de la plaga que se extiende por Venecia. Luchino Visconti, el maestro que supo retratar como nadie la Italia del novecento, adaptó como quiso la novela de Thomas Mann, cambió el oficio que tenía su protagonista, un escritor fracasado, para tener la excusa perfecta de imponernos la sinfonía Número 5 de Gustav Mahler.
3. 12 monos: Describir el argumento de esta película es extenuante. Además no le aporta nada a esta obra maestra de Terry Guilliam que es pura atmósfera, que es pura fiebre: Bruce Willis viaja en el tiempo con el anhelo de descubrir al paciente cero y evitar que un virus acabe con la humanidad y obligue a sus pocos sobrevivientes a vivir debajo de la tierra. Es pasado por loco, se enamora, vuelve a enloquecer y fracasa. En estos días del apocalipsis la volví a ver en un viejo DVD. No ha envejecido un solo día de sus 24 años.
4. El huésped: Por la decisión de un científico un torrente de folmaldehido envenena las aguas del Río Han en Seúl. Seis años después el químico crea un monstruo que, al morder a sus víctimas, propaga una terrible enfermedad. La tercera película de Bong Joon-Ho, si, el mismo genio de Parásitos, es una pesadilla asfixiante y terriblemente divertida que podrás encontrar ya mismo en Netflix
5. Soy Leyenda: ¿Cierto que no hay nada más triste que Will Simth rompiéndole el cuello a su pastor alemán?¿ cierto que ver al único sobreviviente de Nueva York caminar por sus calles desiertas buscando comida es de lo más inquietante que hemos visto en la pantalla de un cine? ¿Y qué dicen de cuando llega la noche y los zombis se apoderan de la ciudad? La adaptación de la célebre Omega Man que protagonizó en los años setenta Charlton Heston, Soy leyenda cumple 13 años y sigue siendo igual de aterradora y atrapante. Cada vez que la pasan en televisión uno se queda hipnotizado. Después, cuando termina y afuera es de noche, uno mira con resquemor la ciudad que se abre en la ventana.
6. Alien: Me perdonarán pero este monstruo que creó el artista suizo H.R.Giger es el virus más letal que ha pisado una nave interestelar. A diferencia del Coronavirus este virus no es microscópico sino que va creciendo a medida que se come a los integrantes del Nostromo hasta medir casi tres metros. Tiene la cabeza aerodinámica y estrecha y dos bocas repletas de dientes recubiertas de una saliva tan poderosa como el más corrosivo de los ácidos. Filmada en 1978 desató una fiebre enfermiza por las películas de monstruos. Pero más que eso es una película sobre las plagas capaces de esparcirse y matar a todos los que estén en un espacio cerrado. Dejen todo lo que están haciendo y búsquenla ya
7. Nosferatu, el vampiro: Werner Herzog, a finaless de los ochenta, mientras preparaba su complicadísimo rodaje en la selva de Fitzcarraldo, se tomó un descanso volviendo a filmar, casi que plano por plano, el clásico de Murnau que resultaría siendo la primera adaptación al cine de Drácula, la novela de Bram Stoker. Uno de los pocos cambios que hizo Herzog con respecto a la original fue hacer énfasis en la llegada del barco repleta de peste, cadáveres, y ratas al puerto de Wismar en Alemania. Esa escena de las ratas paseándose por la ciudad mientras el vampiro desata sus efluvios de peste es de las escenas más horrorosas que el cine contemporáneo ha podido ser testigo.
8.Hijos del hombre: Habrá un día en el que las mujeres nunca más podrán tener un hijo. Nadie tiene una cura para esta peste, sólo sabemos que la humanidad está condenada a morir de viejo. De pronto una mujer queda embarazada y Clive Owen es el elegido para cuidarla, para protegerla de la horda de pandilleros anarquistas y asesinos que la quieren como un tótem. Con esta película del 2006 el mexicano Alfonso Cuarón se graduó de maestro
9. Tren a Busan: Otra maravilla asfixiante que llega de Corea. Un padre tratará mantener viva a su hija hasta que llegan a su destino. La podrán ver en Netflix.
10.El Septimo sello: El caballero Antonius Block acaba de llegar de una de sus cruzadas a su pueblo natal. Hace una década no sabe nada de la gente que amaba. Antes de entrar al pueblo su escudero ve un cuerpo en una carroza, se acerca y lo que ve son unos ojos sin cuencas que vomitan gusanos. “¿dijo algo?” pregunta Block “fue bastante elocuente”. La peste ha acabado con todo y, antes de perder la fe, a Antonius se le aparece la muerte y lo desafía a una partida de ajedrez. Si le gana a la parca tendrá que devolver todas las almas que robó. Filmada en 1957 por Ingmar Bergman esta película puede conseguirse fácilmente en internet.
Artículo publicado originalmente en Arcadia: https://www.revistaarcadia.com/cine/articulo/las-distopias-del-virus-10-peliculas-para-esperar-el-brote-del-coronavirus/81016