Amanecen las grandes empresas con un regalo navideño anticipado por la fantástica e incontable suma de $10 billones de pesos, en desarrollo de la aprobación en el Senado, en la noche anterior, de la ley de financiamiento, (reforma tributaria) faltando solo la previsible ratificación en la Cámara de Representantes en el día de hoy.
Por si fuera poco le reducirán el impuesto a las rentas del capital del 34 % al 30 % progresivamente en un punto cada año.
Los $10 billones están representados en $7 billones al eliminar el pago del IVA del 19 % a los equipos y maquinaria importada y el restante en reducir el 50 % del impuesto del ICA (impuesto de industria y comercio) y de otro tanto del GMF( gravamen a los movimientos financieros).
Los beneficiarios de este regalo son las grandes empresas que realizan grandes inversiones en maquinaria y equipos del sector extractivista, la industria de las grandes construcciones, de las vías 4G y de las grandes empresas manufactureras, todas ellas intensivas en capital, que poco aportan a la generación de empleo o que traen tecnología incorporada de la revolución industrial 4.0, que dado su nivel de inteligencia artificial y por tal de robótica, poco empleo generará. De esa manera debe develarse ese gran engaño de la presunta generación de empleo argumento con el cual logran este significativo regalo.
De otra parte, y esta es la otra cara de la moneda de este esperpento de la reforma tributaria. Me refiero a que todo el paquete de incrementar de 33 % a 37 % y 39 % de impuestos a los ingresos de las personas naturales y el IVA plurifásico para gaseosas y cervezas lo pagarán los trabajadores, los ciudadanos de a pie y la clase media, que junto con otras medidas persiguen recaudar $7 billones, con lo cual queda absolutamente claro que esta reforma no es para mejorar los ingresos del Estado, para una supuesta mayor inversión social, sino para tapar el hueco que significa el regalo a los grandes empresarios.
Así, esta es la peor reforma tributaria, así la hayan disfrazado de ley de financiamiento (¿?), de las 14 realizadas en el período neoliberal.
No ha sido peor de lo que inicialmente propusieron Duque y Carrasquilla, gracias a la excelente indignación y movilización social en las redes y en las calles que se desarrolló contra la propuesta de gravar la canasta familiar con la cual el gobierno aspiraba a recolectar $11,3 billones, que logró que este aspecto fuera retirado de la primera versión de la mencionada reforma, y que ha colocado al gobierno, junto con la lucha de los estudiantes, profesores y trabajadores universitarios, en la mayor desfavorabilidad en los primeros 4 meses del gobierno de Iván Duque, hecho sin precedentes en los últimos 30 años.
Sin embargo, a pesar de estos extraordinarios beneficios a las grandes empresas, los representantes del empresariado en la Comisión de Concertación donde se discute una posible negociación del salario mínimo para el 2019, solo hayan presentado una muy mínima propuesta de incremento del salario mínimo del 4 % muy distante del 12 % propuesto de la CUT, que no deja mayor posibilidad de negociación.
Así no hay la mínima consideración de la Andi por los trabajadores que en últimas son los generadores de la riqueza. En este sentido han pedido una reunión para este miércoles con el presidente Duque, con lo cual mandan el peor mensaje gobierno y empresarios a la mesa de concertación, pues lo harían entre ellos, desconociendo a los representantes de los trabajadores, con lo cual la reunión de la comisión de concertación del jueves 20 de diciembre se convertiría en un escenario de mera notificación de los acuerdos efectuados en la reunión en Palacio de Nariño del gobierno y la patronal. Es una patada a la mesa de concertación.
¿Cómo quedarán, entonces, todos los anuncios de "menos impuestos y más salario mínimo" de la campaña presidencial de Iván Duque?
La Mintrabajo anunció desde el comienzo de la negociación del mínimo
que el gobierno presentaría su propia propuesta.
Pues ya terminó el primer plazo y no ha presentado ninguna
Menos impuestos, sí, pero solo para los empresarios. Hasta ahora, el gobierno sigue en deuda con el salario mínimo, y en especial la ministra de Trabajo que anunció desde el comienzo de la negociación que el gobierno presentaría su propia propuesta. Pues ya terminó el primer plazo y no ha presentado ninguna.
De esta manera estaríamos asistiendo al mayor atropello contra los trabajadores y las clases medias y populares, con lo cual sería el mayor engaño a los ciudadanos de a pie.
Con todo ello, no habrá reactivación económica. Se profundizará la desigualdad en nuestro país y pudiéramos pasar a ser el país más desigual en las Américas. Aumentará la inconformidad social. Y la ingobernabilidad del actual gobierno.
Colombia no son solo los empresarios y mucho menos los que representa la Andi, los grandes empresarios extranjeros.
Posdata: El presidente de México Manuel López Obrador, en acuerdo con los empresarios y respaldado por los trabajadores, acaba de decretar un incremento del salario mínimo del 16,21 %, el más alto en los últimos 25 años.
