1) El conflicto armado ha dominado la agenda política del país por décadas. Los temas más importantes para el desarrollo socioeconómico han estado supeditados a las condiciones variantes de la guerra y al proselitismo político que se desprende de la lucha armada. A través del discurso contra el terror y el narcotráfico, individuos y Partidos Políticos han capitalizado situaciones atroces en réditos electorales. Con la ausencia del actor armado más importante, es decir las FARC, se logará desvincular paulatinamente al conflicto como eje articulador de los temas de la agenda política del país. Con la ausencia de conflicto será posible abrir mayores espacios a temas relacionados con la educación, el empleo, la salud y demás necesidades reales que padece el grueso de la población.
2) Colombia es en realidad dos países. Un pedazo de país representado por las grandes ciudades, el cual se encuentra batallando por asimilar los patrones y características del desarrollo del siglo XXI y se está adaptando a este nuevo mundo virtual que se empieza a interponer en las dinámicas tradicionales del ciudadano con el Estado. El segundo pedazo de país está representado por la periferia, el campo y los sitios más apartados de la geografía nacional, los cuales aún carecen de las mínimas oportunidades de desarrollo con las que si contaba aquel primer pedazo de país a finales del siglo pasado. Entre las causas primordiales del atraso en el desarrollo del país se encuentran el conflicto armado y su impacto en la dinámica de absorción demográfica de las grandes ciudades sobre el país de la periferia. La ausencia de conflicto abrirá espacios para el desarrollo, permitirá sentar las bases de una política de restitución de tierras aún más efectiva, y por lo menos, se buscará acercar aún más el desarrollo y las oportunidades a ese país periférico que aún hoy, a pesar de todo, es imperceptible o inexistente para algunos.
3) El sistema Político Colombiano ha sufrido los más duros golpes en los últimos años. A pesar de la Parapolítica, la FARC-política, las reelecciones amañadas, los falsos positivos, las chuzadas del DAS y las demás prácticas aberrantes que han nacido en el seno de las instituciones públicas; la democracia ha sobrevivido y se puede decir que se cuenta con un sistema partidista que abarca casi todo el espectro ideológico. La ausencia de conflicto permitirá fortalecer la democracia, abrir aún más espacios para la inclusión de diferentes identidades políticas y atraer una mayor vigilancia internacional a los procesos electorales. La democracia se fortalece y adquiere mayor sentido cuando la oposición armada se convierte en oposición política.
4) Colombia ha sido un Estado Fallido por excelencia, históricamente ha sido incapaz de resguardar y proteger los derechos básicos de sus ciudadanos y ha desbordado el conflicto armado sobre sus vecinos. El conflicto colombiano ha llegado a ser uno de los factores por los cuales es imposible hablar de interdependencia plena y de integración latinoamericana. En el concierto internacional, Colombia no ha podido ubicarse como una voz relevante, el país ha sido estigmatizado y categorizado a pesar de los recientes años de aparente prosperidad. Precisamente la ausencia de conflicto permitirá que el país encuentre su sitio en el plano internacional, facilitará la integración Latinoamérica y la buena imagen internacional otorgará la posibilidad de canalizar aún más recursos para el desarrollo y para el fortalecimiento del sistema económico.
5) La multiculturalidad. No se puede negar que las múltiples culturas en Colombia se han visto atravesadas por la guerra, el narcotráfico y la degradación política. Un gran porcentaje de las víctimas son indígenas o afrocolombianos que han visto la peor cara del Estado. Esta es la oportunidad de restaurar la identidad cultural y de superar los efectos adversos de la guerra para las diferentes culturas. Con la ausencia de conflicto se podrá superar la violencia estructural del Estado sobre los diferentes grupos poblacionales y ya no habrá excusa para seguir con tácticas de guerra contrainsurgente que afectan significativamente la vida de miles de colombianos.
(Ilustración de Betto, tomada de El Espectador)