Cada cuatro años el pueblo colombiano se ve envuelto en una estampida electoral en la que todos los ciudadanos debemos involucrarnos, votemos o no votemos. Esa estampida se llaman las elecciones presidenciales. En mayo del 2014 todos los ciudadanos tuvimos que vivir de nuevo esta experiencia, la cual tuvo una particularidad: la derecha está dividida entre Santos y Uribe.
La división de estos dos magnates de la política nacional se dio desde el año 2009, cuando el todavía presidente Uribe postuló como candidato presidencial al hasta entonces ministro de Defensa, Juan Manuel Santos Calderón, por el partido perteneciente en ese momento al ahora expresidente Uribe. Su noviazgo político termino desde el 7 de agosto del 2010, cuando el señor Uribe le entregó el cargo y por ahí el poder de toda Colombia y Santos dejó de ser un títere para convertirse en el titiritero de su propio circo.
En sus primeros cuatro años puso la casa en orden, restableciendo las relaciones con los países vecinos e iniciando el difícil y largo proceso de paz con las FARC. Además, puso en marcha el ambicioso proyecto de las casas algo que ha revolucionado la política social en nuestro país. Hasta ahí era un presidente más en la historia de nuestro país, pero en el año 2013 decidió postularse de nuevo a la presidencia por medio de la reelección, mecanismo que creó el expresidente Uribe para poder amarrarse al poder de una manera exagerada; ahora el que iba a utilizar este mecanismo sería Santos, principal enemigo político de Uribe que también tendría su propio candidato, con su propio partido ahora llamado Centro Democrático. Sería en mayo del 2014, en la primera vuelta presidencial, cuando Juan Manuel Santos iba a ser derrotado en primera vuelta por el candidato uribista, anticipando una segunda vuelta de infarto para todos aquellos que deseamos tener un país en paz, más educado y con mayores oportunidades. Aquel junio de 2014, cuando todo el país estuvo expectante ante la posible victoria del candidato uribista, Santos en las urnas le dio un golpe de autoridad a Uribe y lo venció por más del 10 % sobre su candidato.
Era claro que Colombia quería que Santos volviera al poder por otros 4 años más, era claro que Colombia quería ver 4 años para consolidar el proceso de paz y poner a mover nuestra economía de una manera nunca antes vista; era claro que los colombianos queríamos tener mayores oportunidades en educación y trabajo.
En ese momento esas eran las expectativas, ahora la realidad es aún mejor. Santos ya cumplió con su meta de las 100 mil casas gratis; está llevando un proceso de paz con las FARC de la manera más prudente posible y, en estos momentos, lo tiene en un punto de no retorno. El desempleo lo ha bajado a un dígito y puede bajar más. Nuestra economía e industria se ha acelerado de una manera positiva y hoy tenemos una mejor imagen ante el mundo. No podemos dejar de lado la principal bandera de este gobierno que es la educación. En el año 2012 dio la orden de que toda la educación media desde grado cero hasta 11 sea totalmente gratis y como, si fuera poco, ha impulsado la jornada completa en todo el país, para añadirle las convocatorias a 'Ser pilo paga' en sus dos versiones, y así le ha transformado las vidas a cientos de jóvenes que jamás pensaban que llegarían a las mejores instituciones de educación superior del país pagando cero pesos y con la única condición de mantener promedios.
La infraestructura vial es también una de las bases de este gobierno. Ha reformado o va a reformar más del 60 % de la estructura vial de todo el país, ha llevado la tecnología a los lugares más recónditos de nuestros país con los kioscos de Vive Digital, y sus computadores y tabletas. Su logro más importante en cuanto al ámbito constitucional es haber eliminado la reelección y reformar todo lo relacionado con los fueros. En pocas palabras, la ley de equilibrio de poderes le ha devuelto y les devolverá la confianza por parte de las instituciones a todos los ciudadanos eliminando la corrupción.
¿Santos, el mejor presidente en la historia de Colombia? No es prematuro decirlo, queda poco tiempo para que deje el poder y con sus proyectos y obras está demostrando que puede llevarse este premio. Presidente, le quedan aproximadamente tres años para demostrar y seguir ratificando que puede ser el mejor presidente en la historia de nuestro país, a pesar de las críticas.