Cuando uno tiene una queja porque algo no funciona en el Estado y no tiene a quien quejarse, por lo menos en Bogotá le dicen a uno que vaya a quejarse "al mono de la pila". Nada más desalentador y que refleje mejor como en Colombia, con su flamante y costosa democracia representativa, uno no sabe a quién quejarse ni quien lo representa. Pues bien, en desarrollo de mi propuesta de un sistema electoral mixto, en el que 60 % de los congresistas se elegirían por distritos uninominales —territorios con un representante público y colectivo— los DUN, ahora es posible por lo menos saber a quien los habitantes de un territorio deben llamar a cuentas: ponerle cara al mono de la pila.
Depende ahora de que los habitantes de estos DUN, se organicen para ejercer control social y que el representante o senador se reconozca como tal y asuma la responsabilidad que le corresponde. Esta designación se ha hecho identificando dónde sacó sus votos cada parlamentario en las elecciones de marzo del 2014, y cómo, compitiendo con otros candidatos, sería el que tendría el honor de representar los habitantes del DUN, o, en el otro 40 % de las curules —el tramo proporcional— entraría a representar su partido ya sea por región en el caso de la Cámara o nacionalmente en el Senado.
Al final del ejercicio presentaremos el acceso a los resultados en todo el país. Los aspectos metodológicos indispensables para darle seriedad al ejercicio se pueden estudiar en la página de Contrial. Para llegar a un caso concreto iremos desglosando estos resultados paso a paso, convergiendo hacia uno los territorios más interesantes: el Distrito Capital, hasta llegar a la representante Angélica Lozano quien se ha ofrecido a iniciar un experimento en Castilla-Ciudad Kennedy, donde ella aparece en los mapas políticos como su representante. Este ejercicio lo buscaríamos repetir con otros parlamentarios que voluntariamente asuman su precisa responsabilidad territorial.
Con las tablas que se presentan esperamos picarle la curiosidad al lector para que, con tranquilidad, se siente a explorar los diferentes resultados y como cuando uno explora por primera vez un tema, se tenga la posibilidad de avanzar, retroceder, afinar las preguntas y volver a la documentación para comprender la propuesta.
Para comenzar con el senado, donde los DUN se conforman por territorios de aproximadamente 820.000 habitantes, se ilustra para Bogotá quienes hubieran salido elegidos en ellos si estuviera vigente el sistema electoral mixto. En la gráfica aparecen nueve senadores y los DUN por los cuales saldrían elegidos. Sobra decir el efecto que tendría en los incentivos colectivos para votar el saber quién representa estos territorios y a quién llamar a cuentas. Para asegurarse que los votos depositados por los que no salen designados en las DUN no se pierdan y los partidos minoritarios se perjudiquen —una tendencia de los sistemas basados únicamente en DUN— se presenta la lista de todos los senadores que salieron elegidos en el tramo proporcional en la circunscripción nacional y que representarían la nación entera.
Regresando al ejemplo del Distrito Capital, esta vez a la Cámara de Representantes, se presentan los resultados de quién entraría a representar los habitantes de las DUN, en este caso de 400.000 habitantes. Bogotá tendría 19 DUN que sumadas a las ocho del tramo proporcional elevarían en nueve curules la representación e Bogotá, la proporción de población que el Distrito representa a nivel nacional. Habría cinco representantes del Centro Democrático (más dos en proporcional) y así sucesivamente. Como se puede observar, Angélica Lozano representaría a Castilla en Kennedy. En su ficha particular se observa que hay cuatro representantes que tienen más votación que ella pero que saldrían por otros DUN (Navas Talero en Suba-Floresta, Olga Lucía Velásquez en Engativá, Eduardo Guevara Villabón en Suba-Tibabuyes). El Centro Democrático agotó su cuota de DUN que por haberse presentado por lista cerrada requiere unos ajustes metodológicos especiales.
Es importante entender que estos resultados responden a las dificultades metodológicas de la simulación. Si se aplicara el sistema mixto cada partido presentaría un candidato por DUN, en un tarjetón claro y evidente, votarían en cada uno solo los habitantes de él y quedaría el que tuviera más votos. En los tramos proporcionales los partidos presentarían listas ordenadas y cerradas por con candidatos distintos a los de los DUN. Para completar el panorama se presentan los resultados del tramo proporcional para la Cámara en Bogotá quienes, al igual que en cada región (Caribe, Centro-Oriente y Occidente) representarían su respectivo partido en ellas. Hay que anotar que trece departamentos mantendrían dos curules a la Cámara, aún si su población no alcanza el número de habitantes requerido.
Siguiendo los pasos de exploración descritos los lectores ya habrán hecho una “visita guiada” que les permite adentrarse en Senado y Cámara en todo el país buscando los parlamentarios que representan sus DUN, las regiones y la nación entera.
Esperamos que con práctica e imaginación, poniéndole cara a los monos de la pila que hay en cada DUN, los colombianos puedan pensar si no es este un mejor sistema que el actual y si, por ejemplo, no sería mejor elegir a los concejos municipales de las grandes ciudades con un método semejante.
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