Si el Ñeñe Hernandez viviera, gritaría a todo pulmón lo contrario, de lo que afirman Uribe, Duque y todos esos nefastos personajes que aparecieron con él en parrandas vallenatas y reuniones sociales, en legitima defensa y destapando el emporio electoral realmente pútrido y nauseabundo de la Costa Atlántica .
Este personaje, al igual que muchos políticos colombianos, aparte de ser lagartos, han establecido una simbiosis para finalmente conseguir beneficios para ambos bandos como compra de votos, beneficios judiciales en caso de ser capturados, dádivas en metálico, o en especie, curules, cargos públicos, etc.
Es gracioso que la Fiscalia y la Corte Suprema asuman las investigaciones, sobre estos escándalos, ya que se sabe que el fiscal Barbosa es el mejor de Duque y teniendo en cuenta el desprestigio de la Corte Suprema por tanto escándalo protagonizado por algunos de sus miembros. Aplica el dicho de poner al ratón a cuidar el queso o entre bomberos no nos pisamos las mangueras.
Y ¡que casualidad! ahora los involucrados en la Ñeñe política sufren de amnesia colectiva, negandolo todo como Pedro negó a Cristo, Así las cosas, exijamos que organismos internacionales investiguen estos crímenes políticos y sancionen severamente a los involucrados.