La semana pasada se consideraba que el grupo mexicano Alfa y su socio Harbour Energy tenían asegurada la compra de la petrolera Pacific Rubiales: era un hecho consumado sólo pendiente de la decisión de los entes reguladores de la bolsa de valores de Toronto, Canadá, primero, y después de Bogotá, cuya función es velar por la defensa de los intereses de los accionistas.
El grupo Alfa presidido por Armando Garza , según había trascendido, compraría las acciones al nivel que habían descendido (alrededor de 5,43 dólares la acción) y el pago de la deuda pendiente de la empresa. El asesor general Peter Volt dijo que la operadora más grande de Colombia quería cerrar lo antes posible con Alfa-Harbour Energy la oferta de 1.700 millones de dólares que ha ofrecido. Se suponía que Alfa, relacionada con el negocio petróleo, hizo los cálculos correspondientes para hacerse cargo de una empresa que había perdido 80% de sus activos, y además Ecopetrol no le había renovado el contrato de su campo estelar.
Según las consultas hechas, Alfa previó esta pérdida valiosa, para seguir adelante, porque estos tiempos son para fusiones y compras nerviosas, pero ‘calculadas’ y además el negocio petrolero está en los niveles menos rentables con la caída de los precios. Sabía el conglomerado mexicano que Pacific tiene una gerencia reconocida, que levantó la producción a casi 200.000 barriles diarios aunque no pudo detener más recientemente la caída de sus acciones valor. Un atenuante sería el derrumbe mundial de los precios petroleros.
La aparición de los ‘bolichicos’ venezolanos con un paquete accionario de 10% fue un ingrediente que tenía varias lecturas. Esta compra accionaria podría legitimizar sus capitales, para operaciones futuras, porque antes de las ventas de plantas eléctricas al gobierno venezolano el origen de sus capitales se desconocía. Podrían vender las acciones más tarde y ya estaban ‘legitimados’.
Las acciones de Pacific Rubiales compradas por los bolichicos les mejoraba el ‘pedigrí’. Siempre, sin embargo, hay que tener en la agenda la presencia de la nueva y temible comisión estadounidense que vigila el origen de capitales. Además, ese paquete accionario de 10% no podría cambiar el ritmo de la transacción con Alfa.
La aparición del magnate español Luis Alberto Cortina —Forbes le acredita una fortuna de 1,350 millones de dólares—, quien se considera un apagafuegos cuando sus amigos tienen problemas, cambia la situación al advertir que tiene 500.000 acciones de Pacific Rubiales. Aunque el monto no derrumba un negocio, sí puede bloquearlo y si incorpora otros en las mismas condiciones, los entes reguladores de Toronto y Bogotá tendrán que intervenir.
Cortina tiene medio millón de acciones que se han atomizado, y tiene motivos para estar irritado aunque debe estar acostumbrado a estos vaivenes.Si bloquea la transacción puede mejorar el precio de las acciones y después vender. Si incorpora a otros a la acción, puede resultar, aunque están hablando de algunos altos ex ejecutivos de Repsol, estarán asesorando en la acción.
El martes pasado el Fondo Lazard Asset Management anunció que vendió 18.333.510 acciones de Pacific Rubiales, que representan 5,79% de las acciones en circulación. Después de la venta el Fondo dijo que tiene el control, pero no la propiedad de 34.765.721 acciones que representan 9.09% de la petrolera.
Si se trata de una ‘jugada’ bursátil y las declaraciones que se están acumulando son parte del juego, Alfa-Harbour Energy puede retirarse ante tantos rollos, y entonces se derrumban los precios y hay que armar de nuevo la jugada, o comprar las acciones más baratas aún. Pero no se explica por qué mencionan la asesoría de antiguos ejecutivos de Repsol, o es que los españoles les gustaría entrar en el negocio, en el cual tienen experiencias —aunque malas— en Vaca Muerta, en Argentina.
Bloomberg registra que Cortina respondió por teléfono desde Dakar: “Estoy para apoyar a Alejandro”, dijo en referencia a Alejandro Betancourt, el jefe de Derwick Associates que aseguró que tiene el 19,8% de Pacific Rubiales. Una declaración del grupo O´Hara y otros siete inversionistas, que registra Bloomberg, revela su intención de convertirse en la mayoría de Pacific Rubiales, superando 18,95% que posee Alfa-Harbour Energy. La misma publicación registra que Diego Margunberry, representante del Fondo Macro Adar, también reveló que compró la semana pasada 2,85% del paquete accionario Pacific Rubiales. Una historia, en fin, con más protagonistas cada día. Vendrán más capítulos.
Armando Garza Sada, presidente del Consejo de Administración del grupo mexicano Alfa, que puja por la adquisición mayoritaria de Pacific Rubiales.
El magnate español Alberto Cortina se habría hecho con 500.000 acciones de Pacific a través de su sociedad Cinainvest Holding, domiciliada en Ginebra.
*artículo publicado en Inteligencia Petrolera
