Hoy quiero referirme al estupor de los Cienagueros que tuvimos la oportunidad de presenciar la entrega de las sillas de ruedas tan cacareadas, por parte de la Gestora del Departamento el día 23 de Octubre. Creo que aun cuando la realidad salta a la vista, creo que merece una descripción la estructuras de la tales sillas.
Silla Rimax de plástico a la cual le fueron cercenada parte de sus patas para que se sostenga lo que vaya a posar allí el discapacitado. Armazón de hierro estilo coche infantil para sostener la silla. Rueda de bicicleta todo terreno radiadas y aro apoyador de las manos para movilizarse. Cojín de cuerina negro, simple, ordinario y basto.
Analicen ustedes si esto cumple con las especificaciones que requiere un discapacitado para pasar ahí gran parte de su tiempo.Yo creo que los que donaron estas sillas en el nombre de Dios, mas bien están haciendo morcillas pal diablo al burlarse de los que no tienen recursos para comprar una como le escuchara a una señora del comité de aplausos de la Señora Rosa Cotes, Gestora Social del Departamento. Parranda de desagradecidos son aquì en Ciénaga...!"al caballo regalado no se le mira el colmillo" para colmo hizo venir las Gestoras Sociales de los Municipios del Magdalena para entregarle de a tres sillas a cada uno, y ellas llenas de estupor no sabían como reaccionar ante la excelsa señora Cotes, quien reaccionó de manera airada a los reclamos del Representante de los Discapacitados del municipio. Bien por Ludwing quien tuvo valor civil para hacerle ver que su espectáculo de labor social no fue mas que una falta de respeto con quienes sufren por su discapacidad motora.
