A pesar de las advertencias de una posible ilegalidad de parte del Gobierno al vender Isagén en una subasta con un solo proponente, y de la oposición de un amplio sector del país, el presidente Santos insiste en los beneficios de la venta que se realizaría mañana en contra de viento y marea y con la firma canadiense Brookfield Asset Management como única oferente en la subasta.
El presidente Juan Manuel Santos explicó nuevamente a través de estos diez puntos las razones por las cuales no está dispuesto a cambiar de opinión y condena que con la venta de empresa generadora de energía el país obtendría mayores beneficios:
- Las condiciones del mercado son excelentes. Isagén es un activo muy atractivo por su solidez financiera y eficiencia, y por lo tanto la participación de la Nación se va a vender a un precio muy beneficioso para el país.
- Venta de Isagen ayudará a financiar las inversiones necesarias en infraestructura como las concesiones viales de 4G, lo que a su vez se traducirá en inversión social y reducción de la tasa de desempleo.
- El retorno obtenido por la Nación en Isagen se limita predominantemente a los dividendos anuales. Con el promedio de $107 mil millones anuales de dividendos que generó ISAGEN en los últimos 5 años, el tiempo que tardaría la Nación en poder obtener los casi $6,5 billones, que es el precio base de venta, sería de más de medio siglo.
- Si se considerara una situación excepcional de dividendos promedio del orden de los $200.000 millones, la Nación tardaría más de 30 años en obtener los casi $6,5 billones del precio de venta de Isagen.
- El activo seguirá en Colombia generando energía y empleo de manera responsable, no se va del país. Adicionalmente la venta de la participación de la Nación en Isagen no tiene impacto en la estructura tarifaria del abastecimiento de energía.
- Permite al nuevo propietario tomar la decisión de capitalizar la empresa para desarrollar nuevos proyectos; decisión que el Gobierno difícilmente puede tomar por las restricciones de tipo presupuestal.
- Los usuarios pueden estar tranquilos que no se verán afectados por la venta de la participación de la Nación. El sector de generación eléctrica es un sector altamente regulado. Colombia es un ejemplo en esta materia, y la regulación asegura que las empresas participantes, tanto públicas como privadas, sean eficientes y que los costos para los usuarios sean bajos.
- El precio de $6,5 billones es sólo el punto de partida, pues la venta se ha diseñado para procurar que se realice a través de una subasta de manera competitiva, con lo que se busca generar una puja por parte de los interesados, que permitirá vender al mejor precio posible.
- El trabajo del gobierno con Isagen ya está hecho: La industria de generación eléctrica es madura en Colombia. La forma de contribuir a la estabilidad del sector es a través de la regulación y no a través de la propiedad de empresas, cuya finalidad esencial no es regular, ni intervenir el mercado, ni participar como actor social, sino fundamentalmente prestar un correcto y eficiente servicio.
- El Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 establece los términos para que recursos producto de la enajenación, sean destinados al Fondo Nacional para el Desarrollo de la Infraestructura (FONDES), dedicado exclusivamente a promover e invertir directa e indirectamente en infraestructura, de forma que estos sean invertidos en los proyectos que más beneficios le generan al país.