En el departamento del Chocó existe un gran problema con la salud debido a la falta de atención del estado pero también a sus medidas agresivas contra la erradicación de la droga.
Hoy después de las devastaciones que ha dejado la minería indiscriminada y sin control, ha llegado el problema de las fumigaciones con glifosato en el afán del gobierno por perseguir los cultivos ilícitos de coca. Nosotros como personas de bien, no nos oponemos a la erradicación y control de este mal, pero sí a la forma de acabar con ello ya que está afectando nuestras prácticas culturales agrarias y está destruyendo nuestros cultivos lícitos de pan coger.
Las fumigaciones indiscriminadas de antinarcóticos han generado enfermedades en los habitantes ya que se fumigan zonas pobladas, parcelas libres de estos cultivos, cuencas hidrográficas, sistemas productivos nativos (azoteas) y plantas medicinales.
Además de lo anterior aquí existen enfermedades como gasto intestinal, paludismos, desnutrición, dengue, tifus, dermatitis, diarreas entre otras, que no son atendidas por falta de infraestructuras en los hospitales.
Queremos que este terruño que en un pasado fue considerado pulmón del mundo y reserva ambiental, pueda seguir su curso de vida y no lo maten de esta manera para que podamos seguir disfrutando de nuestro paraíso terrenal.