El suicidio del estudiante del colegio Gimnasio Castillo Campestre que tuvo como detonante el bulying al que fue sometido por su condición homosexual está en la base de la decisión de la Corte Constitucional que ordenó la revisión de los reglamentos de convivencia escolar, para garantizar que desde estos no se promoviera la discriminación de ningún tipo y se diera espacio a la inclusión de género.
Esta sentencia llevó a la Ministra Parody a contratar a las Naciones Unidas para redactar la polémica cartilla titulada Ambientes escolares libres de discriminación que generó un rechazo masivo y tuvo como consecuencia la desautorización del Presidente Santos a su divulgación.
Pero, ¿qué pensaba realmente Sergio Urrego? Su opinión y convicciones están en sus escritos. Antes de cometer suicidio, el 4 de agosto de 2014, el joven escribió una serie de cartas que revelan su pensamiento y sentimientos que lo llevaron a tomar la fatal determinación.
Al menos tres cartas fueron escritas por Sergio Urrego apenas minutos antes de acabar con su vida. Estos son los textos revelados:
Primer carta:
«Esta carta se ha escrito con el fin de esclarecer ciertos datos acerca de la denuncia de acoso sexual que han puesto los padres de mi expareja. Lo hago de manera escrita debido al suicidio que he cometido y porque no quiero que los 16 años de vida que tuve se hallen con una oscura mancha llena de mentiras«
Segunda carta en la que se despide de su familia, su padre, madre y abuela a la que quería con devoción:
«Hoy espero lean las palabras de un muerto que siempre estuvo muerto, que caminando al lado de hombres y mujeres imbéciles que aparentaban vitalidad, deseaba suicidarse, me lamento de no haber leído tantos libros como hubiese deseado, de no haber escuchado tanta música como otros y otras, de no haber observado tantas pinturas, fotografías, dibujos, ilustraciones y trazos como hubiese querido, pero supongo que ya puedo observar a la infinita nada«.
«Estas cosas sólo las pueden tocar mi madre o mi padre. Las que están selladas entregarlas así. No abrir«.
Tercera carta dejada en la mesa de noche de su madre y donde desmiente haber acosado sexualmente a su pareja y compañero en el Colegio Castillo Campestre:
«A quien corresponda:
«En la memoria de mi celular y en el escritorio de la pc quedan dos pantallazos de nuestras conversaciones en Whatsapp que demuestran que él no se sintió acosado en ningún momento, pues respondía con naturalidad a los mensajes. También hay pantallazos de la conversación que él tuvo con un amigo después de que les contara a sus padres sobre su orientación sexual, en los que escribió que estaba vuelto mierda debido a la posición que tomó su madre después de recibir la noticia (…) Él puede confirmar la veracidad de toda esta información, así como los testigos de nuestros actos. Nunca en mi vida he acosado sexualmente a nadie, me parece un acto reprochable
Nunca deseé morir antes que ella (su abuela), pero esto ya no da más. En realidad pido unas muy sinceras disculpas por esto«
Poco antes de suicidarse Urrego modificó su estado en su Facebook, y puso estas letras que corresponden a una canción. Además puso una emoticón de cara feliz y el link para reproducir la canción:
Adiós mundo cruel
Te dejo hoy
Adiós, Adiós, Adiós a todos
No hay nada que puedan decir
para cambiar mi mente
Adiós.
En la página de conversaciones en internet Ask.fm en un foro se formuló la pregunta: Y vosotros, ¿qué pensáis sobre el suicidio?. A lo que Sergio Urrego respondió:
«Considero el suicidio como uno de los actos más valientes que puede llegar a cometer el ser humano y la única salida que existe de un infierno terrenal. Aquel que toma la decisión de quitarse la vida voluntariamente, ha dejado de lado las moralidades obscenas que nos han impuesto a través de los años, se ha liberado de ataduras con las que nos mantienen en una larga vida sin objetivo y con valor ha enfrentado la muerte. Independientemente del motivo por el cual una persona se suicide o se quiera suicidar, la decisión es plenamente personal y no se debe ver a través del cristal moral o cristiano, simplemente, hay que aceptar la osadía de esta emancipadora acción«
En el mismo foro en otro momento se pregunta: ¿Has leído el lobo estepario?. Y el joven responde:
«Sí. La verdad me siento identificado en algunos aspectos con esta autobiografía de Hermann Hesse; como en la cuestión del suicidio, la confrontación interior, ese egotismo que Harry muestra en diferentes ocasiones, etc. Además, me llama mucho la atención la complejidad que se le da al ‘yo’ como una construcción plural de cosas interminables y no como una dualidad entre lo que podría denominar perfectamente: lo ‘bueno’ y lo ‘malo’».