Une vez más, mi colega del Externado, la profesora Heidi Abuchaibe, hace gala de su fina prosa para investir de veracidad lo que no son más que falacias: convertir ficción en hechos, empujar a lo más oscuro del clóset las realidades que no son de su gusto, y crear una narrativa basada en tergiversaciones y medias verdades.
Con respecto al Tratado de Libre Comercio que firmaron Colombia e Israel en 2013 --que se encuentra en proceso de ratificación en el Congreso de la República-- acusa la columnista a nuestro país de “quedar en una situación de incumplimiento de sus obligaciones internacionales”. Eso mismo podría entonces imputársele al Mercosur que firmó un acuerdo similar con Israel estando el dueto Lula-Kirchner en el poder de sus respectivos países; a México, Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, la Asociación europea de libre comercio, Turquía, Jordania, y un largo etcétera, todos por fuera del derecho internacional, según la acomodada interpretación de Abuchaibe.
La aseveración que hace citando al tunecino Ali Zeddini premio Nobel de paz de que “El problema de la paz a nivel mundial no podrá resolverse sin pasar por el conflicto palestino israelí” es para Ripley a menos que la columnista crea que cuando se solucione el conflicto palestino- israelí una gigantesca paloma de la paz descenderá de los cielos y acabará con conflictos y guerras en todo el planeta.
El principal mensaje de la columna de Abuchaibe es el apoyo incondicional que le profesa al movimiento BDS - Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel - al cual califica de “pacifico” para “generar cambios políticos y sociales”.
BDS lo que es en realidad es un movimiento motivado por un profundo odio a lo judío entre lo que se incluye principalmente El Estado de Israel, único Estado judío del mundo. En BDS participan militantes que profesan esa ideología discriminatoria y una legión de idiotas útiles que creen que están haciendo algo bueno.
BDS es antisemita porque no reconoce el derecho del pueblo judío a su autodeterminación nacional, no acepta a Israel como Estado Judío, responsabiliza únicamente a Israel del conflicto, ignora por no decir aplaude el terrorismo palestino al cual califica de legítima resistencia, busca la destrucción de Israel a pesar de los muchos eufemismo que usa para ocultar sus reales designios, singulariza para su campaña únicamente a Israel en un región que está sufriendo un completo apocalipsis humanitario, ignora el sufrimiento de los palestinos cuando el victimario es Siria, Líbano, Hezbollah o el que sea, estigmatiza intelectuales, académicos o artistas que tengan cualquier contacto con ciudadanos de Israel así sean ácidos críticos del gobierno y sus políticas y no plantea una solución justa al conflicto palestino-israelí sobre la base de dos Estados tal cual ha sido propuesta y sancionada por resoluciones del Consejo de Seguridad, la Liga Árabe y la comunidad Internacional en general .
En una de sus largas diatribas afirma Abucahibe: “El Boicot tampoco va dirigido a la comunidad judía sino al régimen sionista en el poder de Israel, que practica el racismo como sus propios ciudadanos no judíos….”. Los hechos en la realidad controvierten una por una las anteriores afirmaciones. En el verano de 2015 durante el festival Rototom en Valencia España la campaña de BDS buscó y logró temporalmente que se prohibiera la aparición del cantante judío americano Matisyahu tras este negarse a firmar una declaración, que solo a él le fue exigida, de apoyar la justa causa del pueblo palestino. Matisyahu no es israelí, simplemente un judío nacido en Estados Unidos. Antisemitismo puro y duro. Basta solo navegar por las diferentes páginas de BDS para encontrar acusaciones espurias contra los judíos incluidas varias extraídas de los Protocolos de los Sabios de Sion, la “biblia sagrada” de los antisemitas.
El “régimen sionista” al que hace alusión queriendo colocarle un moquete cuyo significado desconoce, no es más que el gobierno elegido democráticamente por el pueblo de Israel, 20% árabes incluidos, única verdadera democracia en la región. El 95% de los judíos del mundo son sionistas, lo que no es otra cosa que apoyar el derecho del pueblo judío a su autodeterminación nacional y su Estado propio.
Fue un juez árabe de la Corte Suprema de Justicia quien envió a la cárcel al expresidente de Israel Moche Katzav acusado de violación. Hace pocas semanas una árabe cristiana ganó el concurso “transgender” en Israel. En este mes de Junio un ciudadano árabe musulmán de Israel fue nombrado decano de la facultad de derecho de la prestigiosa Universidad Hebrea de Jerusalem. La minoría árabe tiene una significativa participación en el parlamento israelí. No existe en el Medio Oriente una población árabe que goce de los derechos democráticos y civiles como los árabes israelíes. Siempre hay aspectos por mejorar pero la acusación de racismo es falsa y malintencionada.
Finalmente, Abuchaibe fue inducida a mentir quizás por un prejuicio espontaneo, quizás por desinformación. El viaje de un grupo de periodistas de primer nivel a Israel al que hace alusión en su artículo no tuvo participación de ninguna especie de la embajada de Israel en Colombia ni de ningún organismo oficial del Estado de Israel.