Cada vez que empieza un nuevo gobierno, los ciudadanos confiamos en el desarrollo de una planeación que realmente contenga una propuesta de Desarrollo articulado. Esperamos contar con un Plan que apunte al mejoramiento de la calidad de vida de todos los ciudadanos desde la ejecución de programas elaborados con una visión holística e integrada de la ciudad y su problemática.
En el campo de la seguridad vial, la Organización Mundial de la Salud ha identificado que cada año los accidentes de tránsito causan la muerte de aproximadamente 1,3 millones de personas en todo el mundo; y que entre 20 y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales, y una proporción de estos padecen algún tipo de discapacidad como consecuencia de un accidente de tránsito.
La mitad de las personas que mueren por esta causa en todo el mundo son "usuarios vulnerables de la vía pública", es decir, peatones, ciclistas y motociclistas. En Colombia, el Instituto de Medicina Legal reportó en el 2014, 6.400 muertes por accidentes de tránsito siendo la segunda causa de mortalidad en el país. Todas estas cifras asociadas al caos vehicular que se sufre todos los días en los desplazamientos, ya sea en transporte público o particular, de nuestros municipios son un indicador de que el tema debe ser abordado de manera integral.
Por esta razón, como ciudadanos confiamos que las personas encargadas de trazar las líneas estratégicas de los Planes para el Desarrollo de nuestros municipios para los próximos cuatros años, en el tema de la Seguridad Vial, estén completamente alineados con las políticas de la Nueva Agencia de Seguridad Vial, los compromisos del decenio de Seguridad Vial, las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible; y la ley 1503 de 2011, para que de ésta forma podamos contar con un Programa Integrado de Seguridad Vial que posibilite una acción mancomunada entre el Estado, las empresas, las instituciones educativas y las organizaciones sociales, con el propósito de mejorar la movilidad y reducir las tasas de accidentalidad en el país.
Un Programa que esté integrado con los planes estratégicos de seguridad vial de las empresas que lo requieran según la ley 1503, y que seguramente la mayoría de ellas ya tienen elaborado; integrado con los currículos de seguridad vial que el Ministerio de Educación ya tiene definidos; integrado con las campañas de cultura vial que seguramente realizará la dirección de tránsito con el apoyo de otros despachos de la administración municipal; además con una señalización vial actualizada, una mejor infraestructura vial y mayor rigor en los controles de tránsito; de tal forma que todo se traduzca en una acción mancomunada con altos niveles de participación ciudadana, en la autorregulación, la sanción social y la cooperación, haciendo de la Seguridad Vial un hecho de alto impacto en el que todos estemos comprometidos.
Los países que de tiempo atrás han hecho de la seguridad vial un compromiso desde los más altos niveles del Estado (Brasil, Argentina, Chile, España, por citar algunos) han logrado que sus municipalidades formulen Planes Integrados de Seguridad Vial obteniendo logros significativos en la reducción de accidentes y de víctimas fatales, más respeto y cumplimiento de las normas de tránsito, mayor uso de elementos de seguridad (sobre todo motociclistas), mejor movilidad y convivencia ciudadana.
Con un Plan Integrado de Seguridad Vial se pondrá consolidar en un solo mensaje, el compromiso que cada quien, según su rol, espacio y su momento de la vida, tiene con la vida propia y la ajena cuando se conduce o se transita por el espacio público y de esta manera crear las sinergias necesarias para alcanzar las metas propuestas.
ÁLVARO VECINO PICO
Responsable Social
Concesionaria Ruta del Sol